Juan Rubio / Información nacional.
Recientemente se ha hecho viral una entrevista realizada en 1998, por la periodista Eugenia Pérez Olmos a la política Xóchitl Gálvez, quien documentó su camino hacia el éxito, donde dijo que no le fue fácil, pero ella sería un ejemplo de que con esfuerzo y determinación se pueden alcanzar grandes logros. Nacida en un pequeño poblado del estado de Hidalgo, Xóchitl vivió una infancia marcada por la pobreza y dificultades, pero nunca perdió de vista su objetivo de superarse y cambiar su vida.
A pesar de haberse criado en un lugar donde no había agua potable ni electricidad, Xóchitl siempre fue una estudiante destacada, lo que le valió recibir un premio por ser la mejor estudiante de matemáticas durante su infancia. Este reconocimiento fue un punto de inflexión en su vida, ya que despertó su curiosidad y deseos de conocer más allá de su pequeño pueblo.
Gracias a su tenacidad y determinación, Xóchitl logró obtener una beca para estudiar la preparatoria y posteriormente ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para cursar la carrera de ingeniería en computación. Aunque al principio no tenía conocimientos previos sobre computadoras, encontró un interés genuino en esta área y decidió seguir adelante.
Su carrera en la ingeniería no estuvo exenta de dificultades. Xóchitl enfrentó la agresividad y la hostilidad de la ciudad, especialmente por ser mujer. Sin embargo, decidió mantenerse firme y aprender a defenderse, lo que le ayudó a superar los obstáculos y seguir adelante.
Su formación como empresaria de éxito fue el resultado de su fortaleza y pasión por aprender. Tuvo la oportunidad de estudiar en Japón y Europa, lo que le permitió desarrollarse en el ámbito de la tecnología y la ingeniería. En 1998 dirigió su propia empresa de tecnología y diseñó varios edificios inteligentes, logrando reconocimientos y premios tanto en México como en el extranjero.
Pero Xóchitl no se conformaba con su éxito personal. También se dedicaba a trabajar por los demás, especialmente por los niños indígenas marginados. Es la directora de la Fundación Porvenir, una organización que busca mejorar la calidad nutricional de estos niños y brindarles mejores oportunidades.
A pesar de todo su éxito y reconocimiento, Xóchitl no ha olvidado sus raíces indígenas. Aunque su apariencia física es distinta a la de la mayoría de los indígenas, ella sabe que su educación y trabajo duro son lo que realmente la diferencia. Reconoce que la educación es una herramienta poderosa para transformar vidas y romper con los estereotipos.
Su labor en la fundación impactó a niños indígenas
Su trabajo en la Fundación Porvenir ha impactado la vida de muchos niños indígenas que antes vivían en condiciones de desnutrición y pobreza extrema. A través de la entrega de papillas y programas educativos, Xóchitl logró brindarles una oportunidad para tener una vida mejor y un futuro prometedor.
A pesar de todos sus logros, no se consideraba una persona exitosa en el sentido tradicional. Para ella, el éxito va más allá de los logros materiales y se basa en el equilibrio entre la familia, la superación personal y el servicio a los demás. Su experiencia como madre también ha sido un factor importante en su vida, ya que considera que la familia es vital para el desarrollo humano.
En cuanto a su rutina diaria, Xóchitl trabajaba de lunes a jueves en su empresa y los viernes y sábados dedica su tiempo a la fundación. A pesar de las largas horas y la cantidad de responsabilidades que tenía, ella encontró satisfacción y equilibrio en su trabajo.
Olmos la catalogó como una mujer excepcional que demostró que las circunstancias no determinan el destino de una persona. Su determinación, esfuerzo y compromiso son ejemplos a seguir para todas las mujeres que sueñan con superarse y lograr grandes cosas en la vida.
No solo es un modelo a seguir para las mujeres, también es un ejemplo para los hombres que no valoran las oportunidades que tienen y la importancia de ayudar a los demás. Xóchitl Gálvez es una líder que ha demostrado que el éxito y la felicidad se pueden encontrar cuando se combina el talento y la pasión con el servicio a los demás.
Una mujer con espíritu incansable
Xóchitl Gálvez, una mujer con un espíritu incansable y una determinación inquebrantable, logró destacar tanto en su vida personal como en el ámbito político y social. En dicha entrevista, Gálvez reveló detalles sobre su vida familiar, su trabajo en la labor social y su visión de justicia.
Gálvez compartió que, a pesar de que estaba comprometida con su trabajo social, su esposo al principio no estaba completamente convencido de sus ideales. Sin embargo, con el paso del tiempo, su esposo aprendió a aceptarlo y apoyarla en su labor. Dijo que tenía un poco de egoísmo, Gálvez estaba convencida de que nunca abandonaría su trabajo social, ya que su conciencia no la dejaría en paz si no lo hiciera.
En cuanto a sus hijos, Gálvez asegura que estaban bien los sábados, cuando ella se dedicaba a visitar comunidades y ayudar a quienes más lo necesitan. Además, tenía el apoyo de su esposo, quien se encargaba de cuidarlos en esos momentos. Gálvez consideró a sus hijos afortunados por tener a alguien que los cuide y, además, no podría dormir en paz sabiendo que puede ayudar a mejorar la vida de otras personas y no hacer nada al respecto.
Al ser cuestionada sobre si se puede cambiar a las personas, Gálvez respondió que más que cambiar, se trata de enseñar y compartir valores. En su caso, le ha enseñado a su esposo, a través del amor y el ejemplo, lo importante que es el trabajo social y lo mucho que se puede lograr en esta área. Gálvez cree que ella y su esposo son un equipo y que ha sido gracias a su apoyo que ha recibido varios premios por su labor social.
En cuanto a su trabajo con jóvenes, Gálvez tenía la esperanza de que adquieran un sentido social y no pierdan el camino. Para ello, considera importante que los jóvenes tengan un mayor crecimiento espiritual, ya que cree que muchos problemas actuales, como el consumo de drogas, se deben a una falta de trascendencia en la vida. “Es necesario educar a los jóvenes en valores que les permitan ser conscientes del impacto que pueden tener en la sociedad y trabajar en pro de un bien común”, dijo.
La justicia también es algo que Gálvez considera fundamental. Desde su experiencia personal, mencionó el caso de una madre que pagaba una cantidad injusta a su empleada doméstica y cómo ella misma paga un salario justo a su ayudante, además de proporcionarle seguro social y fondo de ahorro. Gálvez cree firmemente que cada persona debería ser más justa en su propia casa y que, en el ámbito empresarial, también se debe pagar a los trabajadores de forma justa. Aunque a veces se piense que ser justo es ser débil, Gálvez demuestra que se puede ser justa y firme en los negocios.
En cuanto a su visión de México, Gálvez consideró que es un país lleno de oportunidades y ella misma es un claro ejemplo de ello. Agradece haber tenido la oportunidad y haberla tomado, lo que la ha llevado a ser una mujer exitosa tanto en su vida personal como en su labor social.