Los nervios y el recuerdo comienzan a llegar a unos días de cumplirse 33 años del terremoto de 1985 y 1 año del terremoto del 2017, ambos suscitados el 19 de septiembre y que dejaron miles de muertos en México y una huella difícil de borrar.
Pero mientras llega esa fecha, este viernes dos sismos de magnitud 2.2 y 1.8 grados Richter se registraron en la Ciudad de México sin dejar, hasta el momento, daños o heridos. Los sismos ocurrieron a las 11:25 horas de este viernes con epicentro en la delegación Benito Juárez.
A través de redes sociales, usuarios reportaron que percibieron el sismo en las colonias Del Valle, Nápoles y Narvarte de la delegación Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco. En algunas colonias incluso hay desalojos de algunos edificios y departamentos.
Según expertos, los sismos también se pueden originar dentro del Valle de México y esto no es motivo de preocupación especial.
Según explican, la sismicidad en la Ciudad de México puede atribuirse a tensiones en la superficie acumulada por décadas o siglos y, en algunos casos, a la sobrexplotación de los mantos acuíferos especialmente en delegaciones como Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero.
Es simple: la ausencia de agua provoca que el subsuelo colapse y se hunda, generando pequeños movimientos del suelo o sismos. Junto a eso se sabe que también existen fallas geológicas dentro del territorio de la capital, las cuales han sido mapeadas por expertos de la UNAM.