Tras los diversos ataques que ha recibido México por parte del presidente Donald Trump, los regiomontanos se han unido para no comprar en la tienda McAllen, el emblemático emporio del sur de Texas que se nutre de las compras de los regios.
En McAllen, la ciudad texana icono del mall, se da el mejor ejemplo de lo que le gritan a Trump los expertos: que sus diatrabas y medidas proteccionistas se llevan de encuentro en primerísimo lugar a los gringos y no a los mexicanos.
Las redes sociales y periódicos como El Norte dan cuenta de esta humillación regia a McAllen.
En la red circula una foto de un mall tomada este sábado 28 de enero. En la imagen se aprecia una vista interior sin compradores y al fondo la tienda Dillard’s.
Mientras que el periódico Hora Cero, de gran circulación en Reynosa, presenta la imagen de uno de los puentes que conectan a esta ciudad con McAllen con el siguiente encabezado: “Lucía vacío puente de Reynosa-Hidalgo en ¡sábado¡” A la mitad de ese día, donde es común ver autos con filas de hasta dos horas para cruzar el puente, muchos de ellos regios con placas de Monterrey, se puede ver el puente casi completamente solo.
Un video en la red que se volvió viral presenta a un hombre de mediana edad, en el interior de una tienda parecida a Wal Mart, que dice: “Miren, pasillos vacíos, nadie. Casi fantasmal, nunca me había tocado así en Estados Unidos, obviamente no vengo a comprar nada, vengo a tratar asuntos de la abogacía y me sorprende como está todo tan triste”. Mientras que en otro video aparece un señor, al parecer en Monclova que dice “Amigos no se vayan para los yunaites, vénganse para acá a Coahuila. Conózcanos, vénganse a Monclova, pa´Saltillo a las tortillas de harina, la machaca que está de poca madre, se va a divertir, que chingaos le vamos a ver la cara a ese cabrón de Donald Trump”.
El norte del país, por razones de la geografía mira hacia los Estados Unidos. Para esta zona de México, que profesa una admiración a la cultura de negocios de los Estados Unidos, ha sido particularmente traumático el fenómeno Trump. Pero pese a esta admiración los regiomontanos están alineándose en esta erupción de nacionalismo que está despertando las ofensas del presidente de los Estados Unidos hacia México. El llamamiento al boicot en redes sociales para dejar de comprar en McAllen el próximo puente del 5 de febrero puede que tenga eco.
Sería definitivamente una pesadilla para las tiendas de McAllen. Un reporte de Notimex del 21 de agosto pasado señala que la mitad de los compradores y consumidores de los bienes y servicios de esta ciudad texana son originarios de la ciudad de Monterrey.
La industriosa ciudad regiomontana, cuna del espíritu emprendedor que ha despertado la admiración de México, tiene una población de cerca de 1.4 millones de habitantes, cerca de 11 veces más que la de McAllen, pero el destino de este enclave de malls y comercios del sur de Texas está indisolublemente ligado al de los regios.
Hay una razón de peso o mejor dicho de pesos. La importancia de la clase media en la Ciudad de Monterrey no tiene comparación entre las ciudades más importantes del país como Guadalajara, Puebla, Querétaro o la Ciudad de México.
Un sondeo que realicé en el 2015 revela que el 52% de la población de Monterrey puede considerarse de clase media, un porcentaje que no rebasa ninguna de las otras ciudades que compiten en importancia con este enclave del norte del país y por supuesto implica un poder de compra importante. De modo que una fuerte predilección por McAllen se ha convertido en una fortuna para esta pequeña ciudad del sur de Texas.
Al menos hasta ahora. Porque si los nubarrones que ha despertado el furibundo presidente de los Estados Unidos Donald Trump se convierten en tormentas y ensombrecen la perspectiva económica de la industriosa ciudad de Monterrey, el nacionalismo que se ha despertado puede hacer trizas a McAllen.
(Con información de SDPnoticias)