Román Valle / Ciudad de México.
Con datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cerca del 40% de la población mundial enfrenta escasez de agua.
Esta situación es sumamente preocupante, lo cual afecta a países como México, en donde el estrés hídrico representa una gran amenaza para la producción agrícola, comprometiendo la disponibilidad de alimentos esenciales en la dieta nacional.
Agustín Rojas Martínez, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, precisó que el cambio climático está teniendo un impacto significativo en la producción de alimentos en México.
Uno de los detonantes que afectan a las cosechas, es el uso intensivo de fertilizantes, mientras que la disponibilidad de agua es cada vez más limitada, lo que agrava la situación, lo cual se ha advertido sobre futuros problemas, como plagas y enfermedades provenientes del uso excesivo de plaguicidas, lo que podría exacerbar aún más la escasez de agua y afectar directamente la producción alimentaria del país.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), también ha informado sobre el riesgo para frutas y verduras como el cilantro, las naranjas, el jitomate, el limón y el aguacate, debido a las sequías y la escasez hídrica; de igual manera, se ha precisado que mandarinas, naranjas y manzanas podrían volverse menos accesibles para la población, debido al encarecimiento de su producción.
Cabe mencionar, que la falta de agua ha llevado a la disminución en el consumo de alimentos como el amaranto, los quelites, el higo y el epazote, reflejando un cambio en las preferencias alimentarias.
México es clasificado como uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, ya que enfrenta desafíos críticos relacionados con la gestión sostenible del agua. La escasez no solo impacta la disponibilidad de recursos hídricos para consumo humano y agrícola, sino que también amenaza la conservación de ecosistemas vitales y la seguridad alimentaria a nivel nacional.
