Mientras cuerpos de emergencia se resignaron y abandonaron la búsqueda de la joven Liliana, su padre siguió remando en una lancha deteriorada en el río Bravo hasta localizar su cuerpo de su hija de 19 años, que se encontraba flotando en el agua.
Fue el pasado martes, cuando la joven se internó al río Bravo con el propósito de cruzar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida junto con su novio; debido a la corriente del río, murió ahogada.
Al ver que pasaba el tiempo y las autoridades no hacían nada, el padre de la joven, don Pascual decidió, por cuenta propia, la mañana del jueves ir en búsqueda de su hija Liliana en una pequeña lancha en mal estado, incluso con algunos agujeros, remó largos tramos hasta que halló una mochila, donde llevaba su celular y dos cambios de ropa.
El padre ato con una cuerda el cuerpo de hija y lo jalo hasta la orilla, se sentó a la orilla, con los hombros caídos, a esperar a las autoridades para que realizarán las diligencias del levantamiento del cuerpo.