*Fue pionera en México en la lucha contra las desapariciones forzadas y a favor de los derechos humanos*
A los 95 años de edad, el 16 de abril de este año murió doña Rosario Ibarra de Piedra, luchadora social que inició el movimiento contra las desapariciones forzadas en los años 70, cuando el 1973 capturaron y desaparecieron a su hijo Jesús Piedra Ibarra.
Su reclamo se convirtió en el reclamo de cientos de familias que exigían la aparición con vida de alguno de sus familiares, desaparecidos durante la llamada “guerra fría” de la década de 1970, generada por los gobiernos federal y estatales en contra de los opositores
Fue fundadora del Comité Eureka, en reclamo de la aparición con vida de los desaparecidos.
Doña Rosario fue candidata presidencial en 1982 y en 1988, cuando marchó al lado de Cuauhtémoc Cárdenas en contra del fraude electoral de ese año. En 2006 fue electa senadora y en 2019 recibió la Medalla Belisario Domínguez, máximo galardón que otorga el Senado de la República.
Al momento de su muerte se encontraba en su domicilio, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Con ella, México pierde a una de las principales defensoras de los derechos humanos y abanderada del reclamo de aparecer con vida a los desaparecidos. De ella es la frase: “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó su fallecimiento y la calificó como una mujer “única, ejemplar, no sólo en México; es un ejemplo mundial de congruencia y lucha”