Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
Argentina enviará maíz amarillo para alimentar al ganado y para la elaboración de productos industriales a partir de 2017, año en que la economía mexicana enfrenta el desafío de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Las importaciones de maíz amarillo de México, que son realizadas por Estados Unidos, podrían ser surtidas por Brasil y Argentina”, lanza Martín Fraguío, director ejecutivo de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), cuando se le cuestionan si cuentan con suficiente grano para mandarlo al mercado mexicano.
Desde septiembre de 2016, el presidente de México, Enrique Peña Nieto y el mandatario de Argentina, Mauricio Macri, comenzaron a negociar la comercialización del grano y fue acelerada por el mensaje de odio de Donald Trump hacía la economía mexicana, revela a Forbes México.
Las amenazas lanzadas por el mandatario estadounidense de gravar las exportaciones mexicanas y, por otro lado, la estrategia del Senado de la República para imponer aranceles a las importaciones, abren un “buen momento para cubrir la demanda de maíz amarillo en México”, dice el representante de los productores del alimento.
“Sería un gran gusto que México volviera a comprar maíz amarillo, además de que para Argentina es un país importante por su mercado a nivel mundial”, manifiesta.
Los dos presidentes negocian y buscan renovar el Acuerdo de Complementación Económica ACE 6, un acuerdo comercial que reducía los aranceles a la industria automotriz y autopartes, así mismo le otorgaba privilegios al petróleo y “desde hace varios meses intenta incluir la industria de los alimentos”, dice Martín Fraguío.
“Desde que tengo memoria hasta la década de los 80 y 90 un pequeño volumen de maíz iba a México para alimentación animal, pero al transformarse en un gran importador todo se terminó”, recuerda el representante del organismo.
Con el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, el presidente Enrique Peña Nieto planteó una estrategia política exterior para los siguientes dos años, con lo cual se busca defender la soberanía nacional, así como enfrentar el odio del millonario estadounidense y terminar con la dependencia del comercio con Estados Unidos.
Una de las propuestas de Peña Nieto presentadas el pasado 23 de enero de 2017 es fortalecer con América del Sur fortaleciendo la integración regional con Chile, Perú y Colombia, naciones socias de la Alianza del Pacífico.
“Simultáneamente, México se acercará más a Argentina y Brasil, países con los que estamos trabajando para profundizar y ampliar las oportunidades de comercio”, dijo el mandatario durante el Posicionamiento en Materia de Política Exterior, una estrategia para enfrentar el rechazo del presidente de Estados Unidos.
México fue el principal comprador de maíz proveniente de los Estados Unidos en 2016, de acuerdo con el Consejo de Granos de EU (U.S. Grains Council).
Los maiceros estadunidenses exportaron 13.3 millones de toneladas, adicionalmente mandaron 1.9 millones de toneladas de grano seco de destilería (un subproducto de etanol que se utiliza como alimentos para animales) y 600 toneladas métricas de sorgo.
El arribo de Donald Trump a la Casa Blanca aceleró las negociaciones para que los productores argentinos envíen maíz amarillo al territorio mexicano, asegura Martín Fraguío.
La negociación del ACE 6 comenzó en septiembre y octubre de 2016, unos meses antes de celebrarse las elecciones presidenciales en Estados Unidos de donde resultó ganador el millonario Donald Trump, recuerda el director ejecutivo de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino.
Según el Ministerio de Agroindustria de Argentina, la producción de maíz amarillo fueron aproximadamente 39 millones 783 toneladas en 2016.
En un año, Argentina exporta maíz amarillo a entre 60 y 80 países, por lo que “no hay ningún país del mundo que compre un porcentaje muy grande de maíz”, dice el productor del grano.
Chile, Perú y Colombia se llevan un millón de toneladas al año del producto, Corea del Sur, Japón y los países árabes también demandan mucho maíz amarillo, agrega. “Hay otros pequeños países que se llevan pequeños volúmenes”.
La Asociación Maíz y Sorgo Argentino calcula que en este momento vale 150 dólares la tonelada de maíz para el consumo y venta en el mercado interno. Y el swap argentino de maíz amarillo, que es para su comercialización en el extranjero, cotiza en 170 dólares, pero siguiendo su tendencia para abril, mayo, junio valdrá 150 dólares.
Para que haya compra de maíz argentino, la nación sudamericana necesita ajustar los estándares de calidad y sanitarios entre los dos países, negociaciones no complejas ni difíciles de cumplir porque se habla el mismo idioma, añade el directivo de Maizar.
“Sería algo increíble e histórico importan maíz a México, porque somos países que tenemos muchas cosas en común y que siempre nos entendimos”, concluyó.