Josue Escudero / Izúcar de Matamoros, Pue.
Movidos por la intensa fe y el gran amor que le tienen a la Virgen de Guadalupe, millones de personas peregrinan hacia la Basílica de Guadalupe, en el Tepeyac, para poder llegar hasta la imagen y agradecerle todo lo que ha hecho por ellos; un acto que los fieles describen como algo único.
Tras el levantamiento de las restricciones derivadas del Covid-19, este lunes 12 de diciembre asistirán más de 10 millones de personas que caminando, corriendo, en moto, en bicicleta y de todas partes de la republica mexicana, incluyendo la Mixteca poblana, llegarán a darle las gracias a la Virgen de Guadalupe, uno de los símbolos emblemáticos de los católicos mexicanos.
Son innumerables los milagros que se le atribuyen a la Guadalupana, y es que a pesar de que en todos los templos católicos del país está presente la imagen de la Virgen de Guadalupe y que la gran mayoría de los hogares mexicanos tiene al menos una representación de ella, el ir hasta su recinto aumenta el amor que se le tiene.
Pues no importan los cientos de kilómetros que recorran, el frío de la temporada y los peligros que representa el ir hasta la Ciudad de México para verla, movidos por la fe, año con año los mixtecos acuden hasta su altar para pasar tan solo unos segundos cerca de ella y que les dé su bendición.
Desde hace 30 años izucarenses hacen carrera pedestre a la Basílica
La primera vez que un grupo de izucarenses realizó una carrera pedestre a la Basílica de Guadalupe lo hicieron con apoyo de carros de basura y teniendo una lata de chiles para que la llama que prendieron en el templo guadalupano llegara a la iglesia de Santiago Apóstol en Izúcar, todo esto bajo el resguardo guía de David Ortega.
Una tradición que nació de la de la devoción a la Virgen de Guadalupe y la cual fue heredada a sus hijos, este 2022 el arquitecto David Ortega y un grupo de 40 izucarenses salieron desde el 9 de diciembre, cumpliendo la misión que fue iniciada hace 30 años, de traer el fuego guadalupano a Izúcar.
Entre las historias de milagro que recuerda David, encargado del Club Deportivo “Santiago Apóstol” que corre hacia la Basílica, está la de un joven que sufrió una grave fractura, por lo cual le prometió a La Morenita caminar de Izúcar al templo guadalupano descalzo.
Ortega describe la sensación de cumplir esta manda como algo único, sabiendo que el cansancio, el dormir en la calle, pasar frío e inclusive el riesgo en el camino, vale la pena por estar frente a la Virgen de Guadalupe.
Recorren 179.3 km por amor a la guadalupana
Desde hace 10 años, Venancio Escamilla parte desde la comunidad de San Nicolas Tenexcalco, ubicada en el municipio de Chietla, para poder llegar a los pies de la Virgen Morena y mostrarle su agradecimiento por cuidarlo todo el año.
Él mismo organiza un grupo que en su mayoría está integrado por jóvenes, para poder partir con una antorcha en mano la cual es prendida en la iglesia de la comunidad, con el fin de que llegue a la Basílica para ser bendecida y traerla nuevamente a San Nicolas y así poder compartir la bendición de La Morenita con todos los habitantes.
Para Enlace Noticias relató que la primera vez que fue de peregrinación al templo del Tepeyac fue para darle gracias a la Virgen por una situación difícil de la cual le ayudó a salir; estando ahí, sus emociones se movieron y a pesar de que su promesa era de ir únicamente tres años, el fervor y amor que le tiene a La Guadalupana es tan grande que lo ha hecho organizar durante 10 años grupos que corren 179.3 kilómetros, para llegar a la imagen y decirle: gracias.
Esta vez partieron desde las ocho de la noche del 10 de diciembre 25 personas rumbo a la Basílica; entre ellas iba Alejandra, una joven originaria de Chietla, que por primera vez recorre este largo camino para dar gracias por el milagro que curó a su mamá.