El extitular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), Santiago Nieto, aseguró que la corrupción inicia en los procesos electorales, a partir de las componentes que se dan entre partidos políticos y candidatos.
“Mientras inicia el proceso electoral y al cierre de la votación, ocurre la alteración del Registro Federal Electoral mediante el llamado turismo electoral y cambio de domicilio”, señaló Nieto al participar en el foro Sistema electoral, financiamiento de campañas y mecanismos de control de recursos ilícitos en los procesos electorales de 2018.
Añadió: “En la precampaña y campaña cambia. Ahí se da la compra de votos y el condicionamiento de programas sociales”.
Al delinear el llamado “ciclo de delito electoral” que, dijo, puede llevar a la inequidad, ejemplificó que existen 6 mil 491 programas sociales, de los cuales 155 son estatales, pero fondeados con recurso federales, y no tienen padrones ni reglas de operación, lo que significa que pueden dar de alta a usuarios en forma masiva y generar un uso clientelar.
“Esto no es menor, hay que pensar que esos programas de naturaleza social tienen un objetivo determinado y podemos llegar a tener un problema de inequidad”, puntualizó.
Después, detalló, viene la penúltima parte del ciclo: “Tres días antes de la elección, la práctica es recoger credenciales de elector, y aquí no es ganar votos para un partido, sino quitarle votos al opositor, por tanto, esta parte (con ofrecimientos de hasta 500 pesos por credencial) genera una condición de inequidad”.
La última parte del ciclo del delito electoral es el día de la elección: ahí aparece la compra de votos, acarreo y presión a los electores a través del temor, subrayó Santiago Nieto, quien como titular de la FEPADE de 2014 a 2017, verificó, investigó y dio seguimiento a delitos ocurridos en elecciones estatales.
(Texto Proceso)