Redacción / Ciudad de México.
En México, a diario, un aproximado de 13 mujeres se quedan viudas a causa de los estragos del narcotráfico, lo que en la última década representaría a casi 45 mil mexicanas que se han quedado solas a causa de la inseguridad que azota al país, especialmente en zonas donde predomina el crimen organizado.
Posiblemente, una muerte en el mundo del narcotráfico para muchos representaría una cifra más para las estadísticas delictivas, pero para quienes lo han vivido de cerca, esa pérdida no es menor, sobre todo cuando la victima no es solo un esposo, sino también un hijo, un hermano, un padre y sostén de la familia.
Azucena recibió una llamada el 19 de marzo de 2019 para informarle que su esposo, policía estatal, había sido acribillado en la carretera hacia Tocumbo, Michoacán. Desde entonces, reconoce, no ha podido reconstruir su vida. “El dolor y la desesperación es permanente”, lamenta.
Maritza, una mujer guerrerense enfrenta una situación similar. Su esposo fue asesinado con un alto grado de violencia y su cuerpo fue hallado en una fosa clandestina.
Pero ella no solo perdió a su pareja de vida, sino también su casa, sus amigos y su tranquilidad; ahora vive en el exilio, porque también recibió amenazas del grupo criminal responsable del homicidio de su esposo. “Te vamos a desaparecer como a tu marido”, le advirtieron en una manta.
Estas historias, apenas dos, forman parte de un mosaico de dolor que se repite a lo largo del país y que están documentadas en las estadísticas recogidas en los censos de población de 2010 y 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cuales señalan que en este periodo 44 mil 905 mexicanas enviudaron debido a que su pareja fue víctima de un ataque armado.
Sin embargo, las mujeres no son las únicas que en situaciones violentas han perdido a su esposo o pareja; en la última década, 3 mil 73 hombres quedaron viudos por la misma situación.
Es decir, entre 2010 y 2019 los ataques con armas destruyeron 47 mil 978 matrimonios en nuestro país, aunque, de acuerdo con un estudio del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara, la viudez afecta más a las mujeres.
La investigación detalla que, al morir el esposo, la mayoría de ellas se queda sin dinero, y si las viudas carecen de formación académica, son más propensas a sufrir abusos por parte de sus hijos, quienes las obligan a vender las pertenencias que dejó el difunto; es decir, en general se vuelven vulnerables en diferentes sentidos.
El económico es el que más las impacta, pues en la mayoría de los casos no pueden cobrar con facilidad la pensión por viudez, y con escasos recursos se ven obligadas a trabajar en lugares mal pagados y precarios o padecen acoso por parte de delincuentes en la zona donde viven y tienen que salir huyendo.