Antes de la pandemia los jóvenes ya se enfrentaban a un panorama de ocupación muy poco favorable, y con la llegada del Covid-19 se complicó más para las personas con poca o nula experiencia en el mercado laboral.
En un estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se informó que en México 1.6 millones de jóvenes son pobres, y de ellos 900 mil viven en pobreza extrema, sin acceso a lo básico.
A diferencia de otros grupos de edad, las personas de 20 a 29 años constituyen el segmento de la población que se encuentra más rezagado en la reactivación del mercado laboral.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseguró que derivado de la pandemia los más afectados fueron los adolescentes, por lo que resaltó que se necesitan soluciones permanentes para generar oportunidades a este sector y no sólo ofrecer becas que ayudan temporalmente.
El porcentaje de jóvenes en situación de pobreza aumentó de 42.3 a 46.1 por ciento del 2018 al 2020, esto se tradujo en 1.6 millones más que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, y 900 mil de éstos pasaron a ser pobres extremos.
José Medina Mora, presidente de la Coparmex señaló: “Son 30.7 millones de mexicanos que representan casi 25 por ciento de la población; en Coparmex creemos que los jóvenes, más que becas que les permitan satisfacer requerimientos inmediatos, necesitan alternativas para su desarrollo educativo, profesional e incluso físico”.
Ante esta situación, Medina Mora propuso acciones para mitigar el impacto que han experimentado los jóvenes: la implementación de un incentivo a la creación de empleo formal; urge un apoyo monetario para las personas que han perdido su empleo y reincorporar la deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones laborales.