** La viruela, desconocida en el continente, fue traída por los españoles y afectó a los aztecas **
Noemí Bautista / Izúcar de Matamoros, Pue.
En este mes de julio, se cumplen 500 años de la llegada del primer virus a nuestro país, y se recuerda de manera trágica debido a la situación actual por el Covid-19, virus que ha cobrado la vida de más de medio millón de personas en todo el mundo y en México 28 mil.
De acuerdo con los datos histórico, la epidemia de la viruela se registró en lo que hoy es México, de abril de 1520 a enero de 1521 y causó la muerte de millones de indígenas y del entonces emperador azteca Cuitláhuac.
El virus que derrumbó un imperio
Verónica Ramírez Ortega, especialista en historia de la medicina, mencionó que la viruela fue un elemento que determinó el triunfo de la Conquista. Una enfermedad de este tipo trascendió en el ámbito de la salud porque era desconocida en el mundo antiguo y afectó a la población mexica y a sus actividades.
El virus, se sabe que llegó al país a través de un contingente de expedición que envió el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, en 1520, a cargo de Pánfilo de Narváez a las costas mexicanas para someter a Hernán Cortés, quien planeaba dirigir la conquista del territorio y no permanecer a las órdenes de Velázquez.
El arqueólogo Raúl Martínez Vázquez, cronista de Izúcar de Matamoros señala que, se cumplen 500 años de la presencia de los españoles a México, y parte del proceso de conquista es que traían enfermedades que no existía en el mundo indígena y fue uno de los factores principales que mermó a la población indígena, ya que no tenían defensas para combatirlas.
“La viruela era una enfermedad desconocida en el territorio americano. Sus pobladores, sin anticuerpos, sucumbieron, mientras los españoles habrían resistido mejor el embate de un virus que no les era ajeno”, mencionó el arqueólogo.
Si no hubiera sido por las enfermedades que trajeron los españoles, la historia sería muy diferente, ya que recordemos el emblemático hecho histórico de la “Noche Triste», el 30 de junio de 1520, donde Cuitláhuac, líder de los mexicas, había logrado derrotar y expulsar de Tenochtitlan a Hernán Cortés y sus soldados; sin embargo, falleció junto con millones de pobladores por la viruela, meses después.
Sandra Guevara Flores, experta en historia social y cultural de las enfermedades considera que «si no hubiera sido por este evento epidémico, la situación histórica de este grupo poblacional hubiera sido distinta. “Un simple virus derrumbó uno de los imperios más grandes del mundo”, precisó.
“La viruela, sin quererlo, de alguna manera fue el arma perfecta de los conquistadores, si lo queremos ver en un nivel de guerra, porque mató a muchas más personas de las que mataron las espadas y el armamento español; y sin haberlo pensado fue un factor determinante”, añade, el cronista de Izúcar de Matamoros.
Mencionó que la afectación fue total para todas las poblaciones que tenían contacto con la cultura Azteca y los españoles, ya sea que fueran sus aliados o estaban bajo su dominio, nadie estuvo exento, todos se vieron afectados, inclusive los tlaxcaltecas y los totonacas, aliados de los españoles.
Dos epidemias más
El arqueólogo Raúl Martínez Vázquez señaló que aparte de la epidemia de la viruela, se registraron otras dos con gran alcance: Cocoliztli y Matlazáhuatl, que cobraron la vida de un gran número de habitantes.
La epidemia del Cocoliztli, palabra de origen náhuatl que significa originalmente enfermedad, mal, peste, epidemia. Debido a que en aquellos tiempos se desconocía la sintomatología de las enfermedades, se cree que se refería al sarampión, aunque no se tenía claridad de lo que era.
Otra epidemia fue la Matlazáhuatl, palabra de origen náhuatl, de matlatl, red o grupo y zahuatl, erupciones o granos. Esta epidemia se registró en 1737, la cual, de acuerdo con investigaciones, pudo tratarse de tifus o peste.
El especialista señala que las pandemias han acompañado a la humanidad en diferentes momentos con diferentes alcances, y con las diferentes herramientas con las que cuentan las afrontan.
Trágico destino
La pandemia por la viruela no únicamente cobró la vida de millones, sino que afecto su estilo de vida.
Verónica Ramírez Ortega, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM relata: «dicen las crónicas del siglo XVI que hubo poblados vacíos porque fallecieron familias enteras. Diezmados en lo físico, padecieron además moralmente, porque no había gente que trabajara las tierras o la milicia».
El historiador Miguel León-Portilla, en «Visión de los Vencidos», recupera uno de los escasos textos indígenas que perduraron sobre este episodio. El testimonio que tradujo el nahuatlato evoca un Tenochtitlan donde los muertos se acumulaban, la gente no podía alimentarse y las casas se destruían para sepultar los cuerpos de las víctimas. “Narraciones cruentas y desgarradoras», expone la académica de la UNAM.
Ramírez Ortega refiere que las enfermedades contagiosas, plagas o enfermedades que afectaban una colectividad eran atribuidas, en general, a un castigo del dios Tezcatlipoca, ya que, no entendían qué había sucedido para que se vieran afectados con esta nueva enfermedad y, posteriormente, la sintieron como un mal presagio. Fue el preludio de una Conquista que transformó completamente sus vidas.
Sin embargo, para los españoles, principalmente Hernán Cortés, decían que era una ventaja muy grande: Dios les ha permitido reformular, retomar fuerzas e ir con todo. Y es cuando se da el asedio y la toma de México-Tenochtitlán, resumió, Sandra Guevara Flores
Sin antecedentes genéticos ni culturales
La situación que afectó a la población indígena fue que ellos no tenían antecedentes en la parte genética ni cultural de estas enfermedades, ellos las desconocían totalmente, señaló Martínez Vázquez
Se sabe que los médicos indígenas procuraban curar a los enfermos por medio de baños en temascales, un método que en este caso no funcionó, sino que aceleró el contagio debido a su método de propagación. Tampoco funcionó la herbolaria.
La viruela prosiguió en el periodo novohispano y, durante siglos, prevaleció la teoría humoral para explicarla. Hasta el siglo XX se seguían registrando las epidemias que se detuvieron hasta que se crearon las vacunas.
La primera vacuna
La primera vacuna que se produjo en el mundo fue precisamente contra la viruela. En 1796, el médico inglés Edward Jenner descubrió una forma de proteger a las personas de la viruela y esto llevó al desarrollo de la primera vacuna contra esa enfermedad.
Jenner observó que en la región donde trabajaba no enfermaban de viruela las mujeres que ordeñaban vacas; al tratarlas como pacientes se dio cuenta que muchas de ellas presentaban pequeños granos de viruela en sus manos que obtenían de las vacas cuando las estaban ordeñando y quedaban inmunes a la viruela humana.
Al realizar los ensayos correspondientes, éstos dieron como resultado la vacuna de la viruela; de hecho, la vacuna se llama así porque deriva de la palabra vaca. La primera vacuna fue de origen animal.
El arqueólogo Raúl Martínez finalizó que la viruela, no fue sólo la epidemia que precipitó la derrota del imperio mexica, sino también la primera epidemia de América y de ahí se han registrado varias más, que han cobrado la vida de millones de personas en la historia de la humanidad.