En los últimos meses, la Guardia Nacional ha sido escenario de una serie de crímenes, actos de violencia y elementos que perdieron la vida por autolesiones que han dejado al descubierto problemas internos en esta institución encargada de garantizar la seguridad en el país.
El estrés, el alcoholismo y el consumo de drogas se han convertido en factores determinantes detrás de estos trágicos incidentes. Compañeros de la Guardia Nacional han asesinado a sus propios colegas mientras se encontraban en servicio, incluso algunos han llegado al extremo de quitarse la vida frente a sus compañeros.
A pesar de la gravedad de estos sucesos, los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) han guardado silencio al respecto, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza entre los miembros de la institución.
El medio de comunicación Proceso tuvo acceso a varias tarjetas informativas en las que militares de la Guardia Nacional asignados por la Sedena reportaron los incidentes a sus superiores. En estas tarjetas también se destaca el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los soldados y marinos mientras se encuentran en servicio, lo cual ha sido identificado como un factor importante en los asesinatos y las riñas con lesiones.
Uno de los casos documentados ocurrió el 10 de octubre de 2023, cuando el Subagente Antonio Mayahua Tetzoyolt informó a sus superiores que escucharon disparos en el alojamiento del Comandante de la Base de Operaciones (BO) San Antonio del Rosario. Al acudir al lugar, encontraron al Comandante Juan Manuel Cauich Bermon con un impacto de bala en el pecho. Además, se descubrió el cuerpo sin vida de la guardia Cecilia García Tenorio con un disparo en la espalda. Hasta el momento, se desconoce el estado de salud del agente Juan Manuel Cauich Bermon, presunto agresor de la guardia.
En otro incidente, el 17 de octubre, el marino Abelito Alejandro Solano fue encontrado consumiendo bebidas alcohólicas por el sargento de la Policía Militar Huitzil. Este último dio parte al teniente Víctor Hugo Carvajal, quien ordenó que todo el personal se armara y se posicionara en las torres de vigilancia. En ese momento, el marino Solano se armó y, tras abastecer su arma, entró a la oficina de la 111 Compañía de Ciudad Hidalgo, Michoacán, donde disparó contra el sargento Huitzil en cuatro ocasiones. Luego, salió de la oficina, se arrodilló y se disparó en la barbilla con su arma de fuego Sig Sauer.
Estos sucesos han generado preocupación entre los miembros de la Guardia Nacional, quienes señalan que en lugar de sancionar al marino Solano por su conducta, el teniente Víctor Hugo Carvajal ordenó que todo el personal se armara y se posicionara en las torres, lo que podría indicar. una falta de protocolos adecuados para manejar situaciones de este tipo.
Desafortunadamente, estos no son incidentes aislados. El 10 de agosto, el teniente Celso Hernández Velazco, de 49 años, fue asesinado por otro oficial en el Cuartel de la Guardia Nacional en Pitiquito, Sonora. Hernández Velazco discutió con su compañero, quien sacó su arma de carga y le disparó en el pecho. A pesar de recibir atención médica inmediata, la víctima falleció. El responsable fue detenido por sus compañeros y entregado a las autoridades federales.