La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), realizó el quinto censo de la temporada 2016-2017 de ballena gris (Eschrichtius robustus), en el que registró la presencia de 1521 ejemplares, en las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio ubicadas en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, Baja California Sur, de las cuales 601 son ballenatos y 920 son adultos.
La temporada 2016-2017 inició el 15 de diciembre del 2016 y concluirá el 30 de abril de este año. Es en este mes cuando se presenta el mayor número de ballenas.
Científicos mexicanos que estudian el comportamiento de la ballena gris en la Península de Baja California observaron que en lo que va de la actual temporada de avistamiento, los cetáceos se están moviendo hacia el sur en busca de aguas más cálidas, “debido a una disminución de la temperatura superficial del mar a causa de la variabilidad climática” por el fenómeno llamado La Niña.
Sin embargo, lo anterior no ha impedido la recuperación de una de las especies más grandes del mundo marino, la cual a mediados del siglo XIX disminuyó a mil ejemplares por cacería indiscriminada.
Cabe destacar que México es uno de los países que a través de la CONANP, en conjunto con instituciones del gobierno y organizaciones de la sociedad civil, trabaja en la vigilancia y protección de esta especie.
El Complejo Lagunar Ojo de Liebre y Laguna San Ignacio en Baja California Sur, son los lugares donde cada año llega la ballena gris para tener a sus crías, después de recorrer más de 12 mil kilómetros desde las aguas frías de Alaska.
Sus aguas templadas son idóneas para su reproducción, y las políticas de protección a la ballena en México garantizan la seguridad de los cetáceos durante su estancia en nuestro país. Hay que destacar que los viajes de avistamiento son realizados exclusivamente por prestadores de servicios turísticos locales autorizados y debidamente capacitados por las autoridades correspondientes.
La ballena gris es uno de los cetáceos más conocidos, porque sus rutas migratorias son muy cercanas a la costa, lo que permite que miles de personas la observen año con año.
Por su valor universal excepcional como el mejor sitio en el mundo para la reproducción y crianza de la Ballena Gris, en 1993, la CONANP inscribió como Sitio de Patrimonio Mundial de la Humanidad al Santuario de Ballenas de El Vizcaíno.
En estas lagunas se permite realizar actividades comerciales como la pesca, la acuacultura y el turismo. Durante la temporada de ballenas está restringido el uso de redes, por lo que no se pone en riesgo la presencia de estos mamíferos marinos.