Redacción / Información internacional
Un reporte del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado en días pasados, dentro de 50 años la mitad de la población en México podría tener mayor riesgo de morir por un golpe de calor, ya que habrá más días de calor al año, además de que entre 5 y 10 % de las especies animales podrían desaparecer por el mismo motivo.
La organización internacional detalló que, si el gobierno mexicano y el resto del mundo no aplican políticas públicas para evitar el calentamiento global, en el año 2080, alrededor de 14 estados en la costa del Océano Pacifico, la península de Yucatán y la de Baja California, podrían tener hasta 200 días de temperaturas extremas.
Destacaron que, si los gobiernos de cada país no establecen planes a corto plazo para que las temperaturas no se eleven arriba de los dos grados en menos de 50 años, ésta será una realidad desoladora para cada nación.
Estos son algunos de los posibles riesgos que se podrían registrar si no se actúa inmediatamente, según señala el sexto informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.
A pesar de que dichas proyecciones parecen lejanas, de cumplirse, las temperaturas aumentarían tanto que cada vez habría más días al año con calor intenso, que podrían incrementar las muertes por un golpe de calor, así como pérdida de especies que son esenciales para el equilibrio ambiental.
De acuerdo con un mapa de este informe, en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se podría perder entre 5 y 10 por ciento de aves, reptiles, mamíferos, peces, anfibios, corales y algas marinas.
Aunado a esta pérdida de especies, los habitantes de estos 14 estados podrían estar expuestos a más días con altas temperaturas y sufrir un golpe de calor que podría causarles la muerte, pues el mapa calcula que si dentro de 50 años la temperatura aumentara entre 1.7 y 2.3 grados, Yucatán, por ejemplo, registraría unos 200 días al año con temperaturas extremas, mientras en Baja California y Baja California Sur, este riesgo sería en promedio de 50 días al año, aunque esto no se percibe en el centro del país.
Las proyecciones realizadas por los expertos estiman que, si dentro de 50 años el calentamiento global se elevara entre 2.4 y 3.1 grados centígrados, en estas 14 entidades de México el riesgo de exponerse a un golpe de calor subiría a 250 días al año; es decir, ocho meses y medio.
Histórico: Sensación térmica en Acatlán llegó a los 50 grados
Ante los altos grados de sensación térmica registrados durante el pasado lunes 19 de junio en la Mixteca poblana, el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), reportó que en Acatlán de Osorio se han alcanzado los 50 grados centígrados de sensación térmica, valor que no se veía desde octubre de 1977.
Huauchinango registró temperaturas superiores a los 49 grados, Palmar de Bravo e Izúcar de Matamoros llegaron a percibir 45 grados de sensación térmica; aquí tenemos que hacer una precisión y aclarar que, seguramente algunas personas se encuentran confundiendo la sensación térmica con la temperatura ambiente, dos variables que ante el calor excesivo influyen significativamente.
Cabe resaltar que, en el caso de Izúcar de Matamoros, de acuerdo a la información climatológica de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la temperatura histórica más alta se registró el 6 de mayo de 1949, cuando hubo 45 grados centígrados.
La temperatura ambiente resulta del factor externo como el brillo del sol, la dirección de los vientos, los objetos que aporten calor, etc. La sensación térmica, en cambio, es el efecto de la temperatura ambiente junto con el viento, la humedad, la evaporación y el calor corporal. Es por eso que a pesar de que los grados en las tres ciudades son bajos, la temperatura corporal se eleva.
Además, este calor excesivo, causante de la tercera ola de calor, podría tener graves consecuencias para la salud especialmente en los sectores más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con alguna discapacidad.
El golpe de calor es el resultado de una temperatura corporal elevada mantenida por un período prolongado. Ésta, provocada por el aumento significativo del calor, en un ambiente donde encontramos poco aire y baja humedad. Los principales síntomas son: mareo, sudoración excesiva, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre con temperatura desde 39 a 41 grados centígrados, comportamiento inadecuado; aceleración del ritmo cardíaco, con latido del corazón débil; dolor de cabeza e incluso, ataques convulsivos.
Es por ello que, en caso de presenciar estos síntomas en alguna persona, se recomienda acudir a un lugar más fresco, intentar bajar su temperatura con tela mojada o hielo en axilas o inglés, para posteriormente, acudir a urgencias médicas.
La tercera ola de calor no solo traerá afectaciones en el ámbito de la salud, sino también en el ambiental, el agronómico y la ganadería, ya que el exceso del calor puede deshidratar los cultivos, provocar la migración de los animales y ocasionar incendios en los bosques naturales, por lo que es necesario realizar medidas preventivas para evitar situaciones graves.