Investigadores mexicanos descubrieron vestigios de una aldea de ocupación teotihuacana en los límites del conjunto urbano Nonoalco-Tlatelolco, en la Ciudad de México, que antes había reportado el arqueólogo Francisco González Rul en 1960.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó este miércoles en un comunicado que el nuevo hallazgo se realizó entre marzo y junio pasados, cuando se identificaron seis etapas culturales de ocupación: dos prehispánicas (teotihuacana y mexica) y cuatro históricas (una del siglo XVIII, otra del XIX y dos del XX).
“Con estos nuevos hallazgos se ha consolidado y demostrado la existencia de una aldea de ocupación teotihuacana en el área de Tlatelolco”, dijeron el arqueólogo Juan Carlos Campos Varela y la arqueóloga Mara Abigail Becerra Amezcua, quienes dirigieron la investigación, apoyados por una decena de trabajadores técnicos.
De acuerdo con el INAH, el asentamiento pudo reconocerse en función del hallazgo de elementos constructivos como “canales, pisos, apisonados, alineamientos de piedra, huecos de poste, un pozo artesiano, renivelaciones de buena factura que alternaron con gruesas concentraciones de cerámica y el hallazgo de tres entierros humanos”.
Estos últimos, abundó, corresponden a un subadulto y a dos adultos, además de que también se encontraron cajetes pulidos de base anular, con características teotihuacanas.
De acuerdo con la evidencia de cerámica hallada, la aldea se puede ubicar cronológicamente alrededor de los años 450-650 de nuestra era, correspondiente al periodo Clásico, en sus fases Xolalpan Tardío-Metepec”, dijo el INAH.
En 1988 el arqueólogo González Rul propuso que pudo existir un “tlatel” o poblado que ocupó territorialmente gran parte de lo que hoy es Tlatelolco y que era una aldea de pescadores-recolectores que tenían como base de subsistencia el autoconsumo y el aprovechamiento de los recuerdos lacustres del lago de Texcoco, durante el periodo Clásico.