Redacción / Nacional.
El pasado sábado 9 de marzo, a través de un anuncio que ha sacudido el panorama político y ambiental del país, Xóchitl Gálvez, candidata presidencial del PAN, PRI y PRD, reveló su plan para cerrar las refinerías Héctor Lara Sosa, ubicada en Cadereyta, Nuevo León, y Francisco I. Madero, en Tampico, Tamaulipas, en los primeros seis meses de su eventual gobierno.
En una declaración contundente, Gálvez señaló que esta propuesta no es fruto de una ocurrencia, sino de un análisis minucioso llevado a cabo junto a expertos en medio ambiente. Con el calentamiento global como una realidad ineludible, la candidata argumenta que Pemex se ha convertido en una de las principales fuentes de contaminación en México, afectando especialmente a los pulmones de los niños.
«Es momento de cambiar el rumbo», afirma Gálvez, quien propone transformar a Pemex en «Emex», Energías Mexicanas, una empresa que no solo extraerá petróleo, sino que también se aventurará en la producción de electricidad a través de fuentes limpias como la geotermia. Este cambio, argumenta, reducirá significativamente las emisiones contaminantes al dejar de quemar metano y promover la generación de combustibles y electricidad limpia.
La refinería de Cadereyta, en el corazón de la zona metropolitana de Monterrey, es identificada como la principal fuente de contaminación para los 5.3 millones de habitantes de Nuevo León, emitiendo el 90% del dióxido de azufre que se esparce por la región, incluso afectando a Coahuila. Mientras tanto, la refinería Francisco I. Madero, en la zona metropolitana de Tampico, es considerada una de las principales causantes de la contaminación del aire, suelo y mar en el sur de Tamaulipas.
Gálvez también resalta las pérdidas económicas que estas refinerías han representado para el gobierno federal, con Cadereyta perdiendo 4,000 millones de pesos entre 2020 y 2022, y Madero perdiendo 26 mil millones de pesos en el mismo período. Además, señala que Pemex Refinación ha perdido 900 mil millones de pesos durante la actual administración.
La candidata no solo piensa en el impacto ambiental y económico, sino también en el bienestar de los trabajadores de Pemex. Les garantiza que sus derechos laborales no se verán afectados y promete la llegada de nuevas industrias sustentables que generarán más empleos y mejores salarios.
Los terrenos y la infraestructura de ambas refinerías no se desperdiciarán, asegura Gálvez, sino que se utilizarán para almacenar combustibles limpios y desarrollar tecnologías de captura de carbono.
Con esta propuesta, Xóchitl Gálvez apuesta por un futuro más limpio y sostenible para México, donde la salud y seguridad de los ciudadanos son prioridad absoluta.