Abraham Onofre / Nacional.
Un lunes marcado por la tragedia se vivió en la autopista México-Puebla, cuando un pasajero se enfrentó a
dos presuntos asaltantes a bordo de una combi, desencadenando un desenlace fatal que ha sacudido a la
comunidad y reabierto el debate sobre la seguridad en las carreteras. En el hecho murió uno de los asaltantes.
Según relatan los testigos, el fatídico suceso ocurrió en el kilómetro 19 de Los Reyes La Paz, en dirección
hacia la Ciudad de México. Dos individuos armados abordaron la camioneta, sembrando el terror entre los
ocupantes. Sin embargo, la valentía de uno de los pasajeros cambió el curso de los acontecimientos: logró
desarmar a uno de los delincuentes y, en un acto de autodefensa, le disparó.
El resultado fue desgarrador: uno de los presuntos criminales yacía sin vida en el asfalto, mientras que su
cómplice lograba escapar. La escena, digna de una película de acción, pronto se convirtió en un escenario de
caos y desesperación, con la llegada de los cuerpos de emergencia, la policía del Estado de México y la
Guardia Nacional.
En una entrevista con un medio de comunicación, un familiar del presunto asaltante abatido confesó la
desventura del joven en el mundo del crimen, admitiendo su participación en actos delictivos, pero
lamentando la dura consecuencia de su elección.
El incidente arroja luz sobre la escalofriante realidad de la autopista México-Puebla, identificada como una de
las rutas más peligrosas del país según el Atlas delictivo por empresarios del transporte. Los números hablan
por sí solos: más de 8 mil 400 robos fueron denunciados de enero a noviembre del año pasado, con el 75 por
ciento de estos delitos ocurriendo en carreteras y autopistas a lo largo y ancho de México.