Elizabeth Soriano / Tepexco, Pue.
Fotos: Mich López
Entre la crisis que vive el mundo, es difícil que nuevos jóvenes atiendan el llamado de seguir a Dios, por ello la comunidad de Calmeca está de fiesta al recibir a su primer sacerdote, el padre Lucero Gutiérrez Rosas, ya conocido como el padre Lucerito, perteneciente a una congregación de misioneros, la Congregación del Santísimo Redentor.
Fue el pasado 13 de agosto que el padre Lucerito recibió el ministerio sacerdotal por imposición de manos de monseñor Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, en una Celebración Ecarística que se llevó a cabo en el templo de la Santísima Trinidad, y fue hasta el 20 de agosto que llegó a su comunidad para oficiar su primera misa.
El padre fue recibido con júbilo y alegría por sus familiares, amigos y vecinos que lo vieron crecer y convertirse en un joven que seguía el camino de Dios; alguien muy querido por los habitantes, quienes entre porras, flores y globos le mostraban el gran orgullo que tenían de saber que un presbítero surgió de las tierras de San Juan Calmeca, del municipio de Tepexco.
Desde los 8 años recibió el llamado
En entrevista exclusiva para Enlace Noticias, el padre Lucerito compartió que su vocación y llamado surgió desde que tenía 8 años, cuando estaba jugando con sus compañeros de la primaria en la plaza de la comunidad, uno de ellos lo invitó a integrarse al grupo de liturgia de la iglesia y él aceptó; ahí inició todo.
“Entré al grupo cuando se estaban preparando para la Semana Santa y me encantó ver cómo se estaban preparando para vivir la festividad y desde ahí pensé: esto es para mí”, expresó.
El apoyo de su familia ha sido crucial
Uno de los grandes retos que ha enfrentado el padre Lucero ha sido la separación de su familia, cuando tuvo que irse a otra ciudad y pasaron años para que pudiera verla; sin embargo, relata que para él su familia ha sido pieza clave de su formación, por el apoyo tanto económico como emocional.
Asimismo, reconoce que al salir e integrarse a su congregación y al mundo se encuentra otra familia más grande.
Expuso que en el trascurso de su formación también ha encontrado a compañeros que sus familias de sangre no muestran el mismo apoyo que le han dado a él, “pero también es ahí donde te das cuenta que los amigos, compañeros, conocidos forman parte importante de ese proceso de vocación, que dan fuerza y motivan”.
“Si no está la familia, esta alguien más, pero Dios se manifiesta; decía un hermano: son un respiro que Dios da en la vida”, mencionó.
Su logró también va por quien lo impulsó y ya está en el cielo
Una de las piedras angulares para el proceso de su llamado fue un seminarista llamado Milton, quien, según lo descrito por el padre, lo conoció cuando se integró al grupo de liturgia, él fue quien le mostró un mundo que amaría por siempre.
Pese a que dejó de verlo por 5 años, cuando estaba listo para el entrar al seminario, fue él quien lo apoyó; sin embargo, ya no pudo verlo convertirse en sacerdote, pues perdió la vida en un accidente.
“Él sin duda es pieza clave de mi proceso, pero un mes antes de que se ordenara sacerdote perdió la vida, por lo que cuando fue mi ceremonia yo dije: tú ya no pudiste estar aquí, pero yo estoy aquí gracias a ti”, narró con nostalgia.
Acompañado en todo momento
En su recibimiento también estuvieron presentes las religiosas Inés Peña y Margarita Hidalgo, quienes se sintieron orgullosas y bendecidas con la ordenación del padre Lucerito, mencionando que el seguir el camino de Dios es para valientes y determinados.
Por su parte, Carolina Galicia y José Alberto Mejía Peña, quienes se encuentran en formación atendiendo el llamado, tomaron como un ejemplo al padre Lucerito, una motivación para seguir en el camino a pesar de los obstáculos.
Asimismo, en la celebración que presidió el padre Lucerito en Calmeca, también estuvo acompañado de personalidades eclesiásticas de la Ciudad de Puebla, San Martin Texmelucan y San Luis Potosí.
Los jóvenes no deben temer al llamado
A los jóvenes que están en ese proceso de decidirse a seguir el llamado de Dios, los exhortó a no tener miedo y responder, “porque Dios te puede llamar de muchas maneras”.
“Yo no me imaginaba que sería sacerdote, yo pensaba dedicarme a las artes, y mírame, aquí estoy respondiendo al arte de evangelizar; por eso cuando Dios te llama no renuncias, simplemente das cavida a algo muchísimo más grande, que le da plenitud a tu vida”, expresó.
Su misión iniciará junto a su congregación religiosa
Ahora, el padre Lucerito regresará a Guadalajara, Jalisco, a la Congregación del Santísimo Redentor, una congregación de misioneros y donde estará durante un año, para después ser ubicado en una de las 11 casas que tiene a lo largo del país, además de que irá a misionar 3 veces al año.
Es así como la comunidad celebró con júbilo la nueva etapa del padre Lucerito, un joven de 30 años que se dejó tocar por el Espíritu Santo y que con su vocación nos recuerda un amor sincero, inmutable y respetuoso hacia su misión.