Puebla, Pue.
Hipólito Contreras
Un día como cualquiera para nuestra familia nos levantamos como todos los días, preparé a mi hijo para la escuela, lo llevé, a las 9.40, cuando íbamos a desayunar nos informa la maestra de su grupo, Alicia Griselda Ortega Ríos, que mi hijo había chocado con uno de sus compañeros, narró María Guadalupe Marín Domínguez.
“De inmediato me fui a la escuela Primaria Benito Juárez que se ubica en Santiago Atzutzihuacán, municipio de Tehuacán, al ver a mi hijo mal en la dirección salí de inmediato a buscar la ambulancia”.
“El maestro de educación física Israel Vázquez Mendoza, carga a mi hijo a la ambulancia, el paramédico toma sus signos vitales, me dice, su hijo está grave, hay que llevarlo inmediatamente al hospital, mi hijo iba aun consciente, me decía, mamá Yoni me tiró, agachó su mirada, al llegar al hospital le hacen los exámenes correspondientes, los doctores me dicen que tenía dos coágulos en su cabeza y que era urgente operar, la doctora de turno nos dijo que no estaba el neurocirujano, le pedimos que nos contactara uno, lo hizo inmediatamente, se acordó el monto de la operación, a las tres horas de la operación el doctor nos dice que su estado es crítico, que tenemos que esperar. Pasaron 48 horas y en ese lapso el niño tiene un paro, días antes nos dicen que tenía muerte cerebral, su presión arterial se le fue disminuyendo, falleció a la 1:55”.
Expuso que la versión de la maestra es que fue choque de cabeza con cabeza “pero eso no fue cierto, estaban en clase de educación física, la versión de los compañeros es que mi hijo estaba parado, concentrado, otro niño llega por detrás, le mete su pie en medio de sus piernas, rodea su cuello y jala hacia el lado derecho, cayó de lleno con su cabeza, luego rebotó, si fuera choque cabeza con cabeza el otro niño debería tener una lesión, por eso pido justicia, fui con la directora María Terrón Rodríguez y le dije por qué dejó entrar a ese niño, la educación no se le puede negar a nadie, pero nada más así, entró por que sí”.