Abraham Onofre / Tepexco, Pue.
El pasado martes 3 de septiembre, las intensas lluvias presentadas en el estado de Puebla provocaron una serie de daños en la localidad de Calmeca, perteneciente al municipio de Tepexco.
La Coordinación General de Protección Civil Estatal informó que, además de las afectaciones en viviendas, el trágico saldo del evento climático incluyó la muerte de nueve perritos, que resultaron electrocutados debido a las condiciones adversas.
En un comunicado difundido a través de su página oficial, Protección Civil detalló que, tras una exhaustiva evaluación de los daños, se identificaron encharcamientos en algunas viviendas. Aunque estos daños no son significativos en términos materiales, y sólo requirieron tareas de limpieza, pero la tragedia de la pérdida de los animalitos ha agitado a la comunidad local.
«Lamentablemente, nueve caninos perdieron la vida a resultar electrocutados, sin registro de personas lesionadas, ni afectaciones mayores,» se lee en el anuncio de la dependencia.
La madrugada del miércoles 4 de septiembre, las fuertes precipitaciones causaron serios daños en aproximadamente 30 viviendas de la calle Narciso Mendoza, en la comunidad de Calmeca, dejando muebles y pertenencias de los residentes en un estado lamentable.
Uno de los problemas más significativos, señalados por los vecinos, es la defectuosa pavimentación del callejón 5 de Mayo. La construcción con deficiencias ha provocado acumulación de agua, debido a la obstrucción de su paso por escombros acumulados, provocando el ingreso del líquido a las viviendas, agravando los daños.
A pesar de las denuncias y solicitudes de ayuda al presidente municipal, Joel Mejía Cortés, hasta el momento no se han tomado medidas efectivas para abordar la situación que afecta a la ciudadanía.
La falta de respuesta de las autoridades municipales ha generado un creciente sentimiento de abandono entre los habitantes de Calmeca. Ante ello, los residentes tomaron la iniciativa de mitigar los daños utilizando cubetas, escobas y palas para evacuar el agua de sus hogares, y han resguardado a sus animales domésticos para evitar que fueran arrastrados por la corriente. Sin embargo, estas acciones no fueron suficientes para prevenir la trágica pérdida de los nueve caninos.