Emmanuel Anaya / Atlixco, Pue.
*Sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores
A 65 años de la muerte del biólogo, botánico, investigador y académico, Isaac Ochoterena y Mendieta, se recordó la importancia de sus estudios en las ciencias naturales, así como un pasaje de su vida que se extrajo de su biografía. La determinación y su aprendizaje autodidacta llevaron a Isaac Ochoterena y Mendieta a convertirse en un ciudadano ejemplar que se interesó por la educación de los niños del país y las ciencias naturales.
Ochoterena escribió más de 200 obras a lo largo de su vida entre las que destacan: “Algo de paleontología”, “Flora de la Sierra de Puebla”, “Fisiografía de Tlatlauquitepec”, “Fisiografía del distrito de Cholula”, “Elementos de técnica microscópica y de histología vegetal”, “Elementos de citología”, “Reflexiones acerca del método en la investigación científica”, entre otras.
Asimismo, fue miembro de diversas sociedades científicas en el país y el extranjero: Academia Nacional de Ciencias “Antonio Alzate”; Sociedad Mexicana de Biología; Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; Sociedad Botánica de México; Sociedad de Biología de Concepción, Chile; Sociedad Micológica de Francia; Sociedad de Botánica Aplicada de la URSS; Sociedad de Médicos y Naturalistas de Würzburg, Alemania; Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, España; Sociedad Nacional de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Washington; de la Cactus and Succulent Society of America, Inc., de California; etcétera.
Isaac Ochoterena y Mendieta nació en la ciudad de Atlixco, Puebla, donde pasó algunos años de su infancia e inició sus estudios, pero años más tarde se trasladó a Tlaxcala, donde concluyó el nivel básico de educación. Su intención era seguir estudiando en la Escuela Nacional Preparatoria, con el objetivo de matricularse en la carrera de medicina, lo cual no se realizó pues en este periodo su padre murió y la situación económica de su familia era complicada y no podia costear sus estudios.
Por esta razón, tuvo que trabajar, solicitando un examen ante la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes para que se le permitiera ejercer el magisterio en escuelas primarias, autorización que obtuvo en 1906. Isaac, se inició impartiendo clases de primaria, la cual se encontraba ubicada en Tlatlauquitepec, en el sur de la sierra de Puebla, donde encontró la pasión por la enseñanza.
Para el año de 1907, fue trasladado a Gómez Palacio, Durango, donde impartió cursos de primaria y fue nombrado director de escuela en Ciudad Lerdo. Asimismo fue inspector de Instrucción Pública.
En 1912 contrajo matrimonio con Carmen Sarabia Castillón, hermana del aviador Francisco Sarabia, y en 1914, fue trasladado a San Luis Potosí, donde ocupó el cargo de Director General de Educación del Estado.
En el año de 1915, ya con años de experiencia, Ochoterena impartió clases de histología en la Escuela Nacional de Veterinaria, dependiente de la Dirección de Agricultura.
Entre 1916 y 1918, Isaac Ochoterena fue llamado a hacerse cargo de la Sección de Biología Vegetal de la recientemente creada Dirección de Estudios Biológicos. En 1921 fue nombrado jefe del Departamento de Biología de la Escuela Nacional Preparatoria y responsable de sus gabinetes de historia natural.
En 1939, cuando se estableció la Facultad de Ciencias, Ochoterena ocupó el cargo de jefe del Departamento de Biología. En 1941, el de director general de Enseñanza Superior e Investigación Científica. También fungió en esta etapa como jefe de la Sección de Histología del Instituto de Higiene de la Secretaría de Salubridad y Asistencia.
Fue el 11 de abril de 1950, a la edad de 70 años, cuando el sabio dejó de respirar y se perdió entre las estrellas, falleciendo entre sus familiares. Sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores.