**Francisco Montellano Cabrera, es un artesano izucarense, que tiene 35 años elaborando piñatas**
Michelle López / Izúcar de Matamoros, Pue.
Fotos: Michelle López
La pandemia por Covid-19 ha dejado a cientos de familias sin empleo, negocios al borde de la quiebra o en su mayoría cerrados. Este 2020 fue un año difícil para las pequeñas empresas; este fue el caso de Francisco Montellano Cabrera de 62 años de edad, un artesano izucarense, con más de 35 años elaborando piñatas, quién pese a las dificultades por la pandemia persiste la tradición de seguir elaborándolas.
En entrevista para Enlace Noticias, Francisco Montellano, expresó que fue un año sumamente difícil. “En pocas palabras nos fue mal, el negocio quebró, en el transcurso del año no vendimos absolutamente nada, hasta ahora en época de navidad hemos podido vender algunas piñatas, pero nada comparado con años anteriores”.
Comentó que pese a este año tan difícil el vender mucho o poco, no será impedimento para dejar la tradición, él con su familia seguirán elaborando y manteniéndose fuertes como lo han hecho.
Montellano inicio a la edad de 22 años, lleva más de 35 años elaborando este arte del crear piñatas. Surge en él empezar a elaborar piñatas debido a la gran pobreza que vivía, esa necesidad hizo que empezara con este trabajo que poco a poco se fue convirtiendo en una tradición para él y para su familia.
“La pobreza nos obligó a buscar otro tipo de trabajo, otra manera de ganarse la vida, yo trabajaba de jornalero en el campo antes de iniciar con las piñatas, en ese empleo no alcanzaba para poder sobrevivir, para poder cubrir todos nuestros gastos, el de mi esposa y mi pequeño hijo, en ese entonces», expresó.
Nos compartió que la idea de elaborar piñatas nació a partir de las fiestas de la temporada de navidad, al observar que varias personas vendían cientos de piñatas en el zócalo y a los alrededores de Izúcar, le llamó el interés la manera en que se repartían y vendían, y consideró que era una nueva oportunidad para él, por ello, comienzó a realizar piñatas, tan solo el primer día hizo 6 e inició vendiéndolas en la vía pública, ese día, para Montellano fue el primero de más de 35 años.
También, nos platicó acerca de la elaboración de esta tradición. La cual consiste en preparar el engrudo, el cual es pieza clave para poder sellar el papel o periódico con el que se trabaja, después procede a inflar el globo, donde se coloca el engrudo y el papel para poder tener un trabajo consistente en la piñata se debe realizar 3 capas.
Por último, se deja secar al sol para que se absorba todo y está listo para el proceso de decoración, en donde utilizan papel china de distintos colores, pinturas acrílicas, pedazos de cartón y conos, entre otras cosas.
En el transcurso del año, la familia Montellano realiza alrededor de dos mil piñatas debido a que trabajan diario. Esta cifra se debe realizar en época de verano ya que, al ponerlas al sol, se absorbe todo y se quedan consistentes, para época de otoño e invierno están listas para decorarlas y repartirlas por las diversas dulcerías del centro de Izúcar de Matamoros. Sin embargo, este año no pudieron llegar a esa cifra debido a que no se generaba un ingreso como en años anteriores, no era redituable para ellos y debían realizar el número de piñatas conforme a lo que les ingresaba.
Montellano narró que esta tradición inicia con su esposa y él. Enfatizó que su esposa ha sido parte fundamental para que él haya podido seguir todos estos años, “ha sido mi mano derecha durante décadas, ha sido parte vital en mi vida, gracias a ella me encuentro ahora así, considero que una mujer es elemental para la vida de alguien.” Además, nos comentó que este negocio es algo familiar, es un negocio basado en la unión y trabajo en equipo, a lado de sus hijos y su esposa.
Sin duda alguna, la familia Montellano son un ejemplo a seguir, el valor de trabajar día a día, el saber que existe una fortaleza en la familia y en el negocio. Por ello mismo, a usted amig@ lector los invitamos a que consuma localmente y contribuya a la economía de la región.