Abraham Onofre / Nacional.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha encendido las alarmas al anunciar la posible implicación de Ovidio Guzmán, alias «El Ratón», en el secuestro de Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los grandes capos del narcotráfico en México. Según las autoridades, la supuesta liberación de Guzmán en Estados Unidos, dos días antes de la captura de Zambada en Nuevo México, ha desatado una serie de interrogantes que apuntan a una compleja trama de traiciones y acuerdos secretos entre los principales líderes del Cártel de Sinaloa.
El 23 de julio, el sistema penitenciario de Estados Unidos registró la liberación de Ovidio Guzmán, quien había sido extraditado en septiembre del año pasado. Sin embargo, dos días después, su hermano Joaquín Guzmán López y Zambada fueron detenidos en un operativo en un aeropuerto rural de Nuevo México. La FGR sospecha que estos hechos no son coincidencia y que Guzmán podría haber jugado un papel clave en la captura de Zambada, un golpe que sacudió al cártel. El Fiscal General de Estados Unidos ha confirmado que Zambada fue llevado a ese país en contra de su voluntad, lo que refuerza las hipótesis sobre un posible pacto entre Joaquín Guzmán y las autoridades estadounidenses.
Las especulaciones se intensificaron cuando se conoció que, según el sistema de prisiones de Estados Unidos, Ovidio Guzmán sigue apareciendo como «liberado». Esta situación ha generado fricciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, ya que la FGR exige respuestas claras sobre la verdadera situación jurídica del hijo de «El Chapo». Mientras tanto, el embajador estadounidense, Ken Salazar, ha insistido en que Guzmán sigue bajo custodia, pero sin ofrecer detalles adicionales que aclaren la confusión.
Además de estas tensiones, la FGR ha revelado nuevas pruebas que apuntan a irregularidades en el avión utilizado para trasladar a Zambada. La aeronave, una Beechcraft 200, presentaba matrículas falsas y registros alterados, lo que sugiere que los responsables intentaron ocultar su rastro. Estos hallazgos complican aún más el caso y subrayan la magnitud de la operación que llevó a la caída de uno de los líderes más poderosos del narcotráfico mexicano.
En este contexto de intrigas y violencia, la FGR también ha vinculado el asesinato del exrector y político Héctor Cuén con el secuestro de Zambada, lo que añade una capa más de complejidad a una investigación que amenaza con reconfigurar el panorama del crimen organizado en México. La reciente designación de Claudia Sánchez Kondo como titular de la Fiscalía estatal de Sinaloa es un indicio de que las autoridades mexicanas están redoblando esfuerzos para esclarecer este caso que ha sacudido a la nación.