Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
Rubí salió como todos los días para ayudar a su mamá y a sus hermanas a vender sus gelatinas, pero por la imprudencia de un hombre no se imaginó que ese día terminaría siendo uno de los peores y más doloroso de su vida, pues fue brutalmente atropellada, quedando prensada entre la llanta y la defensa de un camión repartidor de gas LP.
Logró quitar a su hermanita pequeña del camino y todo el impacto lo recibió ella, quedando gravemente herida, por lo que hoy se encuentra luchando por su vida en un hospital de la ciudad de Puebla, y su familia pide el apoyo para poder solventar sus gastos médicos.
El sujeto que la atropelló había sido detenido, sin embargo, ese mismo día fue liberado por la ineptitud de las autoridades de Vialidad de Izúcar de Matamoros, quienes no siguieron los protocolos correspondientes.
La menor quedó prensada en el carro
En entrevista para Enlace Noticias, María Guadalupe Cruz Muñoz, hermana de Rubí, declaró que su familia, tanto su mamá como sus hermanas, son comerciantes, por lo que, como todos los días, habían salido a vender sus productos.
Ese día Rubí andaba junto a su hermana menor Alicia y su mamá vendiendo gelatinas en la zona centro de Izúcar de Matamoros, pero de pronto tuvieron que dirigirse a la casa de su hermana Juliana.
Cuando iban cruzando el Eje Poniente, el conductor del carro de gas, propiedad de la empresa Gas Uno, solo miró hacia un lado, pero no se percató que por el otro las niñas iban cruzando, por lo que, al momento del impacto, Rubí lanzó a su hermanita fuera del camino, recibiendo todo el golpe ella.
Al lugar arribaron paramédicos de la Cruz Roja quienes trasladaron a Rubí al Hospital General de Izúcar de Matamoros, pues se observaba con heridas graves.
A su llegada, la menor presentaba hemorragia interna por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, además de que presentaba daños en el vaso y el riñón; por ello, días después, por la gravedad de sus lesiones, tuvo que ser trasladada al Hospital General del Sur, donde también tratan su corazón, el cual presenta una acumulación de líquidos y puede requerir cirugía.
Culpan a la familia
El accidente de Rubí no ha sido el único reto que están enfrentando la familia, pues también tienen que lidiar con los comentarios negativos de muchas personas, que sólo se dedican a juzgarlas sin conocer la situación.
“Muchos comentarios negativos, pero no conocen realmente que está pasando; ellos no saben si mi mamá está mal, si está enferma, si ya comió, si sufre, si ya descansó, si ya durmió, ellos no saben nada”, expuso la hermana de Rubí.
Por ello, María Guadalupe pidió a las personas que, si no quieren apoyar, que tampoco juzguen, porque al final no conocen la situación y la familia lo único que quiere en este momento es que la niña se recupere.
Necesitan apoyo para los gastos médicos
La hermana de Rubí destacó que toda su familia se dedica al comercio, por lo que para ellos ha sido un golpe fuerte lo que ocurrió, no solo por la sacudida emocional que ha representado la tragedia y el dolor físico de Rubí, sino también por su economía, pues al ser de bajos recursos, tienen que juntar el dinero para cubrir los medicamentos que le solicitan en el hospital, los cuales incluso llegan a ascender los mil pesos por receta.
Por ello piden a la ciudadanía que los apoyen con aportaciones económicas para los gastos médicos o si no les es posible, con el simple hecho de comprarles sus productos, estaría ayudando a la causa.
Asimismo, expuso que en el municipio conseguir donadores de sangre es todo un reto, pues la mayoría pide una remuneración económica que su familia no puede cubrir; a la menor le han tenido que hacer trasfusiones de sangre; pero ahora deben reponerla en el banco de sangre del hospital, por lo que también siguen solicitando donadores, pues son 10 los que tienen que juntar y solo llevan uno.
Negligencia en Vialidad municipal
El sujeto que la atropelló, identificado como Alberto Samuel N. originario del municipio de Atlixco, había sido detenido; sin embargo, por la omisión de autoridades de Vialidad Municipal de Izúcar de Matamoros, hoy goza de su libertad sin siquiera hacerse responsable de lo que hizo.
De acuerdo con lo expuesto por la hermana de Rubí, eran las 12:00 o 1:00 de la tarde del día del accidente, cuando les avisaron que el chofer había conseguido un abogado para que lo dejaran libre.
Ante esto, su hermana se fue al Ministerio Público para realizar la denuncia; sin embargo, ahí le dijeron que no podía hacerlo, pues ellos no tenían el conocimiento del caso porque Vialidad Municipal no había puesto a su disposición al chofer, por lo que debían ir primero a las oficinas de dicha dependencia.
Posteriormente, en Vialidad Municipal, le dieron un teléfono donde ella manifestó su inquietud del tema y le aseguraron que no lo dejarían libre porque estaba en resguardo de ellos, pero las cosas no pasaron así porque alrededor de las 9 de la noche el hombre fue liberado.
A partir de ahí no tuvieron contacto ni con el conductor, ni con la empresa o la aseguradora que supuestamente la apoyaría ante cualquier cambio en el estado de salud de la menor.
Incluso, ellos aseguraron que “solo había sido un accidente”, que le podría pasar a cualquiera y por tanto no era motivo de que su cliente estuviera en resguardo.
“Nos dijo que uno como chofer y toda persona que maneja un auto sabe que pueden ocurrir accidentes como estos, es un accidente y no puede estar encerrado más tiempo”, relató María.
Además, en la dependencia hicieron que la familia firmara un documento que aseguraba que habían llegado a un acuerdo con el responsable; sin embargo, nunca hubo un diálogo, solo se deslindaron y no han respondido por nada.
Ante esto, los afectados ya presentaron una queja oficial ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que investiguen el actuar de los elementos que participaron en la detención del responsable y la omisión de los protocolos, al no ponerlo a disposición del Ministerio Público, sabiendo que el estado de la menor era grave.
Mientras tanto, Rubí sigue en ese hospital luchando por su vida, y pese a todas las críticas que ha recibido su familia, ellos no dejan de buscar incansablemente el apoyo para ayudar a la pequeña de 12 años, pues saben que sigue demostrando sus ganas de vivir y de cumplir todos sus sueños.