**Sus hijos la buscan desde el 26 de enero de 2021**
Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
En México estamos viviendo una situación prolongada de desapariciones de personas, una crisis que ha rebasado por completo a las autoridades y donde cada día existe el temor de ser víctima de este delito o tener un familiar del cual no sepamos nada.
Tal es el caso de Johan y Jason Contreras Leal, hijos de Martha Elia Contreras Leal, mujer izucarense que desapareció el pasado 26 de enero de 2021, y a un año de esto, las autoridades siguen sin avances en la investigación, dejando a su familia con la incertidumbre de qué fue realmente lo que pasó.
En entrevista exclusiva para Enlace Noticias, Johan compartió que para ellos ha sido muy difícil la situación, pues desde el momento en que no supieron de su mamá no han dejado de buscarla, siendo para ellos un proceso que han vivido solos como hermanos.
“Solamente estamos mi hermano y yo, todo el caso solo somos mi hermano y yo, y unos cuantos familiares; y nos animan mucho, todos nos dicen que le echemos ganas, y seguimos adelante, porque si nos caemos no podremos hacer nada ya”, dijo con tristeza.
Sobre el día en que desapareció, Johan expuso que estaban haciendo algunas compras para la comida, cuando de pronto recibió una llamada para realizar un trabajo, por lo que la llevó hasta las inmediaciones de gas Tecomatlán, donde antes de ubicar la vivienda señalada le dijo que se marchara.
“Eran como las 3:15 de la tarde cuando yo la voy a dejar, y me dice mi mamá: sabes qué hijo, adelántate a la casa, has todo lo que tengas que hacer y luego te marco para que vayas por mí”, narró.
Abundó que el tiempo que demoraba para realizar su trabajo era de una hora y media o hasta dos, y posteriormente ella volvía; sin embargo, pasó el tiempo y dieron las cuatro y las cinco de la tarde, y Martha Elia Contreras Leal nunca regresó.
Fue en ese momento que Johan empezó a preocuparse, pues intentaba comunicarse con ella y no le respondía, por lo que le marcó a su hermano para decirle que su madre no contestaba, expresándole su preocupación.
“Se juntó toda la familia y nos pusimos como locos, fuimos a Fiscalía y ahí nos dijeron: tiene que pasar cierto tiempo para poner la denuncia; pasaron las horas y ya regresamos nuevamente a poner la denuncia” señaló.
Ineficiencia de la Fiscalía en la investigación
A un año de la desaparición de Martha Elia, Johan denuncia que las autoridades han tenido un nulo avance en las investigaciones, exponiendo que prácticamente los datos aportados han sido gracias a las labores de búsqueda que él y su hermano han realizado.
“Pasó el tiempo que se pidió en la Fiscalía de Izúcar y nos dijeron que aquí no se podía hacer nada, que aquí no es nada de esto, que teníamos que ir hasta Puebla; fuimos hasta Puebla e hicimos todo el trámite, y nos comentaron que sí iban a investigar, pero hasta la fecha no han hecho nada” puntualizó.
Ante esto, pidió a las autoridades que hagan su trabajo y dejen de engañarlos que están trabajando, pues si hicieran lo que les corresponde, su mamá ya estaría de regreso, además de que también hay más gente desparecida y siguen sin dar resultados.
“Hablas con ellos y nos dicen: sí va a estar bien, vas a ver y nos calman de alguna forma; pero después se les olvida, no hacen nada y dicen: ya la están buscando, es que no tengo tiempo”, manifestó.
Del mismo modo, indicó que se están apoyando en colectivos y grupos de búsqueda para la difusión del caso de su mamá, pues ven importante que su fotografía llegue a más personas para pronto poder encontrarla.
Ante una desaparición, se vive un proceso de duelo
Cuando se reporta una desaparición, no solo es el tema de encontrar a la víctima, pues parte del núcleo central del conflicto también se centra en la salud mental de los familiares, la incertidumbre que experimentan, pues la pérdida nunca termina de pasar y el duelo queda suspendido en el tiempo, transformándose en una herida que no cicatriza.
De acuerdo con el psicólogo Leonardo Flores Monroy, del Centro Integral de Psicología en Izúcar (CIP), explicó que cuando se presenta una situación de este tipo, no solo privan a la persona de la libertad, sino también a los familiares, quienes experimentan una pérdida, lo que conlleva a sentir temor, angustia y hasta depresión, trastornos de ansiedad o de alimentación.
Flores Monroy enfatizó que en esta situación se vive un duelo por privación de la libertad, el cual es más difícil de asimilar, porque la familia está con esa idea constante de que la víctima regresará, presentándose varias etapas como la negación, el “porque a mí”, “porque a mi familia”, “porque a nosotros nos está sucediendo”.
Al mismo tiempo viene el enfado y la ira, para que posteriormente la familia empiece a asimilar la situación y el aprendizaje, que por más terrible que sea la vivencia, existe; agregó que en estos casos la familia debe tener asesoría psicológica para sobrellevar su duelo, y no terminar en salidas trágicas como un suicidio.
Finalizó exponiendo la necesidad de coordinación entre las dependencias de los distintos niveles de gobierno, para que esta problemática sea combatida, pues en la actual crisis en que vivimos, ya no basta con buenas voluntades; esta situación demanda acciones contundentes por parte de las autoridades y esfuerzos conjuntos, que coadyuven a garantizar justicia y dignidad para todas las víctimas que adolecen esta lamentable realidad.