Elizabeth Soriano/Izúcar de Matamoros, Pue.
Fotos: Josue Escudero / Mich López
El pasado 5 de septiembre, la Unidad Escolar Particular “Miguel Cástulo de Alatriste” (UEP) celebró 45 años de historia, como una institución educativa de valores y disciplina, por lo que realizaron una ceremonia conmemorativa a la que asistieron diversas autoridades educativas y religiosas.
Se contó con la presencia del arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinoza, así como del secretario de Educación Pública Melitón Lozano Pérez, junto con su esposa la arquitecta Juanita Marmolejo.
También estuvo el director de la institución, el presbítero Gilberto Sombrerero Hernández y el representante legal, el padre Santiago Cabrera.
Pero sin duda, quien se llevó los aplausos y el cariño de los asistentes, fue el fundador de la Unidad Escolar, el doctor José Gerardo Crivelli Stefanoni.
Una institución de valores religiosos
La historia de la institución se cuenta por sí sola, al ser de gran reconocimiento y prestigio desde su fundación, la cual se dio de manera oficial el 2 de septiembre de 1977; con su nombre: Miguel Cástulo de Alatriste, le rinde honor al ex gobernador poblano, que fue fusilado en Izúcar de Matamoros.
Desde un principio, su objetivo fue dar una educación basada en valores católicos, iniciando clases formalmente el 5 de septiembre de 1977 con dos grupos y 127 alumnos.
Desde ahí siempre figuró como la opción de una educación diferente que ofreciera la formación de maestros en su escuela normal y las licenciaturas de Contaduría y Enfermería, las cuales por muchos años fueron las únicas opciones de estudios superiores en el municipio y en la región.
La UEP ha sido testigo de grandes eventos históricos; en sus aulas han pasado grandes personajes, como la maestra Josefina Esparza Soriano, destacada escritora poblana y autora del Himno al Estado de Puebla, el secretario de Educación Melitón Lozano y la primera mandataria mujer de Izúcar de Matamoros, Irene Olea Torres.
El fundador fue el invitado más esperado
Uno de los invitados más especiales que tuvieron en la gala fue el fundador y ex director de la institución, el doctor José Gerardo Crivelli Stefanoni, quien se mostró contento de volver a visitar las instalaciones y ver cuánto ha crecido lo que una vez solo fueron dos salones de clases.
En una entrevista para Enlace Noticias, expuso que para él es un gran honor el poder ver algo que creó y que tiene la oportunidad de volver a ver muchos años después; inclusive mencionó que pese a ser alguien muy regañón en su momento con sus alumnos, siempre recibió su cariño.
Refirió que, al momento de su fundación, su visión siempre fue que la escuela se diferenciara de otras por sus bases religiosas y valores morales, cualidades que aún persisten y que la han hecho una institución de prestigio en el municipio y la región.
Destacó que la UEP es sin duda una institución de calidad, pues de sus aulas han egresado personajes importantes y de renombre, como el secretario de Educación Melitón Lozano Pérez y la presidenta municipal Irene Olea Torres.
El secretario de Educación ahí encontró su vocación
Asimismo, quien dedicó unas palabras a la institución y a todos los que han laborado en ella, fue el titular de la Secretaría de Educación Pública del estado, Melitón Lozano Pérez, quien compartió con alegría y emoción que él egreso de la Normal de la Unidad Escolar y que fue ahí donde descubrió su vocación y se enamoró de la docencia.
Relató tres experiencias que lo llevaron a apreciar su vocación de maestro; la primera fue cuando recién entró a la escuela a los 15 años, con poca motivación para ser maestro, pero hubo una frase de quien recordó como la madre Rita, que al escucharla lo marcó para siempre.
La frase fue: “si no tienes vocación, por lo menos sé responsable”; desde ahí tuvo la conciencia y responsabilidad de ser cumplido y poco a poco ir formándose, desarrollar bases sólidas, no solo en lo profesional, sino también en lo personal.
En su segundo testimonio agradeció a las distintas generaciones de maestros, en especial a los que le dieron clases, porque gracias a ellos y a un retiro que fue invitado, descubrió el amor a la docencia.
Y en su tercer relato, dijo que cuando cursaba el cuarto año de la normal, empezó a dar clases en tercero de primaria; por la mañana daba clases y en la tarde estudiaba, y todas esas fueron experiencias significativas que lo llevaron a descubrir que el placer también es parte importante de la educación, “un canalizador del aprendizaje”.
Con todo ello, destacó la misión que tiene la institución y reconoció y felicitó a estudiantes y ex alumnos, pues son el ejemplo de la misión que tiene la UEP en Izúcar y la región, de dejar una gran contribución para la sociedad.
Al mismo tiempo, llamó a quienes forman parte de esta gran familia, a continuar poniendo en alto el nombre de la UEP, con los cientos de alumnos que egresan de los distintos niveles educativos.
Recuerdo de ex alumnos a su paso por la escuela
Al evento asistieron los ex alumnos de la primera generación de estudiantes que egresó de la institución, quienes recordaron con cariño y nostalgia los primeros días cuando se construyeron los primeros cimientos de la escuela.
Comentaron que para ellos es un orgullo que pusieran su granito de arena para que se construyeran los primeros dos salones, algunos ayudando en la construcción y las mujeres acarreando agua o comida para sus compañeros.
Por ello, se mostraron contentos de que la escuela haya crecido tanto y que más generaciones sigan formándose en la institución.
A la vez, exhortaron a los nuevos alumnos a querer su escuela y cuidarla, sobre todo, aprender de los valores que ahí se enseñan.