Juan Rubio / Izúcar de Matamoros, Pue.
La inauguración del boulevard Eje Poniente, programada para hoy sábado 10 de agosto, ha desatado la inconformidad de los vecinos de la colonia La Joya, quienes se sienten ignorados por las autoridades y la empresa constructora encargada de la obra. A pesar de que la inauguración se presenta como un avance para la infraestructura del municipio, la falta de rehabilitación en la entrada a su colonia ha dejado a los residentes en condiciones precarias, con un acceso que permanece en terracería.
Los habitantes de La Joya han expresado su frustración al señalar que, mientras se celebran los logros de esta nueva vía, su colonia sigue sin recibir la atención prometida. “Parece que se olvidaron de nosotros”, señaló un vecino, quien solicitó no ser identificado. “La entrada a nuestra colonia es intransitable y no podemos permitir que esto pase desapercibido en la inauguración”.
A medida que se acerca el corte de listón, los residentes han hecho un llamado al Gobernador del Estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, pidiéndole que realice un recorrido por el boulevard antes de la ceremonia. “Queremos que vea lo que realmente se va a inaugurar. No es justo que se celebren obras que no están completas y que afectan nuestra calidad de vida”, manifestó una vecina, quien también destacó la necesidad de que las autoridades escuchen sus demandas.
La obra, a cargo del Estado, fue ejecutada por una empresa que, según los residentes, fue recomendada por la alcaldesa de Izúcar de Matamoros, Irene Olea Torres. Sin embargo, los vecinos han cuestionado la calidad del trabajo realizado, indicando que la empresa no cumplió con los compromisos establecidos en el proyecto. “No estamos en contra del desarrollo, pero exigimos que se respeten los acuerdos y se termine lo que se comenzó”, agregó otro habitante de la colonia.
Este descontento pone de relieve un problema recurrente en la relación entre las autoridades y la ciudadanía, donde la falta de comunicación y atención a las necesidades locales puede generar tensiones y desconfianza. Los vecinos de La Joya, en su intento por ser escuchados, se preparan para hacer visible su malestar durante un evento que, en teoría, debería ser motivo de celebración para la comunidad en su conjunto.