** Yatziri tiene 3 años, y hoy enfrenta un diagnóstico de leucemia **
Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
La leucemia en una enfermedad oncológica muy frecuente en los niños; entre la población es más conocida como cáncer en la sangre; su diagnóstico y tratamiento traen consigo un fuerte impacto emocional y físico, tanto en el paciente como en la familia, provocando cambios en la forma de vida.
La pequeña Yatziri y su familia, nunca se imaginaron que enfrentarían un reto tan grande como es la leucemia, su mamá no creía que sus cuidados no serían suficientes para proteger a su hijita; hoy enfrentan día a día un enemigo que la mantiene con la incertidumbre de si mañana estará bien o no.
Diagnóstico y tratamiento a tiempo para sobrevivir
Yatziri tiene 3 años y vive en la comunidad de Matzaco, en Izúcar de Matamoros; fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda desde el mes de septiembre.
En entrevista para Enlace Noticias, Yadira Armijo, madre de Yatziri, relató que desde principios del mes de agosto de este año comenzó a notar ciertos cambios en la pequeña, dejó de comer y presentaba un color pálido en su piel.
Por ello empezó a llevarla con varios doctores, quienes le diagnosticaban infección en la garganta, en el estómago, que se tenía que desparasitar; pero no había mejoría, se veía sin ánimos y débil.
Al ser mamá soltera de dos niñas, no contaba con el recurso para llevarla con un especialista, por lo que en cuanto juntó el dinero la llevó con un pediatra que le mandó hacer estudios en la sangre; con ello, el doctor se pudo percatar que Yatziri tenía la presencia de linfoblastos, unas células que impiden el crecimiento de otras que son esenciales en la sangre.
Ante esto, de inmediato acudió al Hospital General de Izúcar de Matamoros, donde le hicieron una transfusión de sangre y una valoración, aunque seguían sin darle una respuesta a Yadira sobre el estado de Yatziri, solo le dieron el pase inmediato al Hospital del Niño Poblano en la ciudad de Puebla.
A su llegada al hospital y tras varios estudios, los doctores le confirmaron el diagnóstico: leucemia linfoblástica. De ahí fue remitida al área de oncología, donde le dieron un plan de tratamiento con la esperanza de que tras las quimioterapias y la quimioterapia intratecal, Yatziri pueda mejorar y superar la enfermedad.
Casi a diario, Yadira y su hija se trasladan hasta la ciudad de Puebla para recibir su tratamiento, y aunque es el comienzo, está dispuesta a luchar por su hija para que se ponga bien y al mismo tiempo disfrutar cada momento con ella.
Muchas veces Yatziri se desespera y ya no quiere regresar al nosocomio, ya no quiere las transfusiones y las quimios; sin embargo, su mamá y su familia buscan la manera de animarla y motivarla a seguir luchando, esto a pesar de solo tener tres añitos.
El cáncer como una sentencia de muerte
Una enfermedad como el cáncer no solo repercute en la cuestión física del paciente, sino también en la salud mental; en el caso de Yatziri su mamá relata que, a pesar de tener poco tiempo con el tratamiento, la situación se ha vuelto difícil para ella y su familia.
Comenta que cuando ella recibió el diagnóstico sintió que se le venía el mundo encima, que nada de lo que ella había hecho para proteger a sus hijas había sido suficiente y pensó: “¿Qué fue lo que hice mal con mi hija?”.
“Pensar en cáncer es sinónimo de muerte, no hay probabilidades de vivir y ni se sabe qué va a pasar; yo siempre procuré a mis hijas, siempre trataba de darles comida saludable; trabajaba mucho para que estuvieran bien”, expresó.
Aunado a esto, siempre existe el temor de que Yatziri se ponga mal, por ello no la deja sola y los cuidados son extremos, esto provoca también el descontento de su hija mayor de 9 años, quien constantemente le reprocha que solo cuida a su hermanita y no a ella.
“Siento impotencia porque quisiera partirme en dos para ambas, pero no puedo, y no sé cómo hacerle entender que su hermanita necesita el cuidado, pero que yo las quiero a ambas”, dijo con voz triste.
Al mismo tiempo, para Yadira ha sido un aprendizaje constante desde el primer momento que supo lo que tenía Yatziri, primero tuvo que aprender a salir adelante sin trabajo, adaptarse al nuevo ritmo de vida de su hija, se ha hecho más fuerte al ver los casos que se presentan en el hospital y, sobre todo, ha aprendido a disfrutar cada día, cada momento con sus dos hijas.
El apoyo inesperado ha sido crucial
Yatziri siempre había sido una niña inquieta, que disfrutaba jugar con sus amiguitos en la calle, que amaba andar en la bicicleta y disfrutar de cada juego; sin embargo, con la enfermedad poco a poco se han implementado medidas para cuidarla, pues una hemorragia podría ser fatal.
Ante esto, la pequeña contantemente se deprime, se desespera y le frustra el que no pueda jugar como los demás niños, por ello a veces ya no quiere ir al hospital y se pone triste, pero el apoyo de todos ha sido crucial para que Yatziri luche.
Yadira agradece el apoyo de todos, por los que se preocupan por darle un detalle a la niña, aquellos que han hecho actividades para apoyarla económicamente, que han mostrado su apoyo moral, porque eso las motiva para seguir enfrentando esta enfermedad.