Abraham Onofre / Internacional.
Luego de varios días desde la trágica hora de las 20:15 del martes 29 de octubre, España enfrentó una de las peores catástrofes naturales en más de cincuenta años. Las intensas lluvias provocadas por el fenómeno de la “gota fría” dejaron tras su paso al menos 140 personas fallecidas y decenas de desaparecidas, principalmente en Valencia, donde numerosas comunidades fueron devastadas. La emergencia obligó al presidente Pedro Sánchez a movilizar todos los recursos disponibles en el país para coordinar labores de rescate y ayuda humanitaria.
El epicentro del desastre fue en la comunidad de Paiporta, donde las calles quedaron totalmente cubiertas de lodo, con escombros y coches volcados, los cuales fueron arrastrados por la fuerza de las corrientes. “No queda comercio en pie. Necesitamos ayuda con alimentos y agua porque no hay servicio en las casas”, declaró David Romero, un residente afectado. La zona cuenta con una población de 25,000 personas, y el desastre natural dejó a cientos sin acceso a servicios básicos, aunque los equipos de emergencia trabajaron contra reloj para restablecer las condiciones mínimas de habitabilidad.
Por su parte, el presidente Sánchez reiteró su compromiso con los damnificados y se comprometió a declarar la región como zona catastrófica, lo que permitirá que el área afectada sea beneficiada con mayores fondos para la reconstrucción. Además, el gobierno decretó tres días de luto nacional en homenaje a las víctimas. Durante su visita al centro de coordinación de emergencias en Valencia, Sánchez aseguró que no se escatimarán recursos para encontrar a los desaparecidos y ofreció esperanza a las familias que aún aguardan noticias de sus seres queridos.
En Sedaví, Eliu Sánchez, vecino afectado, relató la escena de un joven arrastrado por la corriente al intentar escapar de su vehículo. “Estaba encima del coche, intentó saltar a otro, pero se lo llevó el agua”, describió. Este tipo de incidentes se repitieron en varias zonas afectadas, donde el agua alcanzó los 491 mm, un dato que superó los registros anuales de precipitaciones en solo unas horas.
Los expertos mencionan que el evento de la “gota fría” es un efecto del cambio climático. Científicos como Ernesto Rodríguez Camino, de la Asociación Meteorológica Española, advierten que estos episodios de lluvias torrenciales serán cada vez más intensos y frecuentes en el mundo actual.