Luego de dos años de espera por las restricciones de la pandemia del Covid-19, habitantes de Huaquechula vuelven a salir a las calles para que como hace 251 años, agradecer las bendiciones y protección, recibidas por la Santa Cruz.
La devoción a la Santa Cruz, celebrada el día 3 de mayo en Huaquechula se caracteriza por la participación de 34 mayordomías; en donde se realiza una procesión danzas, flores, donde se bailan a las cruces a son de la tambora.
Desde el amanecer en las esquinas de 17 cruces se cantan las mañanitas y los mayordomos empiezan a repartir chocolate y pichón (pan de sal), o tamales.
Posteriormente a al medio día se realiza la celebración religiosa y después sale a las calles la procesión, con la presencia de decenas de cruces de madera adornada con flores y cucharilla; bailan los sones de la fiesta y al ritmo de la panda las topilas, que acompañan a la Santa Cruz, para finalizar en la casa de uno de los mayordomos.
Llegando la noche del tres de mayo, se hace el ultimo rezo donde también se hará la pregunta obligada a los asistentes “¿Quién quiere ser el próximo mayordomo de la Santa Cruz?” y es ahí donde se elegirá al mayordomo para el próximo año.
Además de toros de pirotecnia y danza, cada una de las 17 cruces en cada esquina vive un día de fiesta y verbena popular donde habrá música de banda, música sonidera o algún grupo al gusto de los vecinos.
En la festividad, pueblos vecinos y de varios municipios de la entidad, regresan a venerarla en la magna celebración que se realiza desde hacer 25 años.
En dicho evento participan danzas de toda la región, tales como Tecuanes de Acatlán de Osorio, Voladores de Cuetzalan, y uno de los más importantes, el Festival del Huey Atlixcayotl, quienes llegan a venerar y mostrar ese intercambio cultural que existe entre los pueblos.