Abraham Onofre / Nacional.
La incertidumbre llegó a su fin en la madrugada de este miércoles 13 de marzo, cuando la hija del reconocido comunicador, Itzul Barrera, anunció a través de las redes sociales el reencuentro con su padre: «Mi papá, ya está con nosotros. Mi corazón sabía que siempre regresa a casa. Gracias a todas y a todos. Gracias gracias», expresó en su cuenta de X (antes Twitter).
El operativo de rescate desplegado en la región de Magdalena por elementos de la Guardia Nacional culminó con el feliz desenlace, aunque aún persisten interrogantes sobre los detalles del secuestro y las circunstancias en las que Jaime Barrera fue encontrado.
Las autoridades confirmaron su buen estado de salud y aseguraron que continuarán las investigaciones para dar con los responsables de este acto violento que conmocionó a la sociedad jalisciense y a la comunidad periodística.
El periodista de 56 años había desaparecido en circunstancias alarmantes el lunes 11 de marzo por la tarde, siendo abordado violentamente por un grupo de individuos armados mientras se dirigía hacia su vehículo. La ausencia de amenazas previas y la falta de indicios sobre posibles motivaciones hacen aún más enigmático este suceso.
El apoyo de la sociedad civil y de organismos internacionales ha sido fundamental en la exigencia de justicia y en la demanda de garantías para la seguridad de los periodistas en México. El caso de Jaime Barrera evidencia una vez más los riesgos que enfrentan aquellos que ejercen el periodismo en un país donde la libertad de expresión continúa bajo amenaza.
Barrera, reconocido por su destacada labor como conductor de noticias en Televisa y su participación en programas de opinión política, se convierte así en un símbolo de la lucha por la protección de los comunicadores en una nación donde la impunidad y la violencia han cobrado un alto precio en vidas humanas y en la libertad de prensa.