Abraham Onofre / Atlixco, Pue.
La inseguridad sobre las carreteras no cesa, pues el “modus operandi” de disfrazarse y hacerse pasar por autoridades continúa funcionando; en esta ocasión, lo vivió una familia que procedía del estado de Chiapas.
El hecho se suscitó el pasado jueves 15 de agosto, alrededor de las dos de la mañana, cuando una familia chiapaneca transitaba sobre la carretera Atlixco – Izúcar, justo a la altura de la Trinidad, junta auxiliar perteneciente al municipio de Atlixco, cuando de pronto una patrulla de ministeriales se les pegó y les ordenó orillarse, pues “supuestamente” estaban haciendo inspecciones para localizar un vehículo robado.
En la unidad viajaban dos hombres, dos mujeres y una niña de 5 años, donde uno de los masculinos era el papá y otro el hijo, de aproximadamente 30 años de edad; el padre de familia descendió del automotor y después comenzó a forcejear con los “supuestos agentes”, pues estos le habían arrebatado el celular.
Entre cuatro sujetos golpearon al masculino hasta llegar al grado de dejarlo tirado y casi ahogándose con su propia sangre; minutos después aparecieron otros cuatro “ministeriales”, quienes, tras amenazarlos con armas de fuego, comenzaron a despojar de sus pertenencias a las víctimas, que iban de visita al municipio izucarense. Los delincuentes aparte de arrebatarles sus cosas, también les quitaron la cantidad de 60 mil pesos en efectivo.
Sin pena alguna, los “supuestos agentes” les dijeron a los chiapanecos que ellos a eso se dedicaban, y que si se atrevían a denunciar los iban a “reventar”, todo esto mientras les apuntaban con armas largas (rifles). Además, escoltaron varios kilómetros a los afectados, para asegurarse que no hicieron nada en contra de ellos, y cerciorarse de que no regresaran al valle de Atlixco para levantar alguna denuncia.
Una vez que llegaron al municipio de Izúcar, la familia procedente de Chiapas buscó un hotel para descansar; al día siguiente fueron a denunciar al Ministerio Público (MP) de este Distrito Judicial, donde les dijeron que no eran Agentes Ministeriales de verdad, sino “falsos” elementos con patrulla clonada, por lo que se da ha entender que no es la primera vez que sucede algo similar.
Este aterrador episodio resalta la persistente amenaza que enfrentan los viajeros en las carreteras, donde la suplantación de autoridades se ha convertido en un “modus operandi” recurrente para los delincuentes. La experiencia vivida por esta familia chiapaneca, evidencia no solo la audacia y crueldad de los perpetradores, sino también la grave necesidad de reforzar la seguridad y la vigilancia en estas rutas.