Juan Manuel Vega / Internacional.
La Confederación de Fútbol de América del Norte, Central y el Caribe (Concacaf) se encuentra ultimando los detalles para una Copa Oro 2025 que promete ser histórica. En un contexto donde tres selecciones de la región —México, Estados Unidos y Canadá— no participarán en eliminatorias, la Concacaf busca dar un paso adelante y ofrecer un torneo atractivo que funcione como preparación previa a la Copa del Mundo 2026. Según el periodista Rubén Rodríguez, la idea incluye invitar a selecciones de todas las confederaciones, elevando el nivel y el interés en esta competencia.
Uno de los planes más ambiciosos de la Concacaf es solicitar a la FIFA la organización de una versión especial de la Copa Confederaciones, que incluiría a selecciones de renombre como Argentina y España. No obstante, las complicaciones de calendario para estos equipos hacen difícil la viabilidad de esta propuesta. A pesar de esto, la confederación ya ha comenzado a trabajar en la Copa Oro 2025, que se perfila como un evento de alta calidad, pensado para preparar a los equipos de cara al Mundial.
La Copa Oro 2025 no solo compartirá escenario con selecciones de la Concacaf, sino que también se espera la participación de hasta ocho equipos invitados de otras partes del mundo. La competencia se desarrollará con la participación de 24 selecciones, una mezcla de 16 de Concacaf y 8 de otros continentes, lo que promete ofrecer un espectro de talentos más amplio y variado para los aficionados. La Selección Mexicana, actual campeona, debutará en este torneo bajo el mando de su nuevo entrenador, Javier Aguirre.
Entre los equipos que podrían ser invitados, rumores apuntan a que Colombia y Uruguay representarán a Sudamérica, mientras que por Asia se están considerando a Japón, Corea del Sur y Qtar. Además, de Europa, se piensa en las potencias de Francia y España, esta última dependiendo de la disponibilidad de su calendario. De África, Egipto, Senegal y Costa de Marfil aparecen como fuertes candidatos para sumar emoción al evento, además de que se considera la participación de Nueva Zelanda por parte de Oceanía.
La llegada de la Copa Oro 2025 representa una oportunidad invaluable para elevar el nivel del fútbol en la región y generar un ambiente de competencia al más alto nivel. Con los preparativos rumbo a la Copa del Mundo 2026, este torneo no sólo promete ser una fiesta del fútbol, sino una plataforma para que selecciones se midan con las mejores del mundo.