En la zafra 2024-2025, el Ingenio de Atencingo ha implementado ajustes significativos en sus procesos de industrialización y en la coordinación con los productores cañeros, para mejorar la eficiencia y rendimiento de la producción.
Según José de Jesús Rodríguez Carrillo, Gerente General del ingenio, estos cambios están orientados a maximizar la recuperación de sacarosa y optimizar la frescura de la caña, dos factores fundamentales para alcanzar un mayor rendimiento en la fábrica.
Uno de los más importantes, ha sido la decisión de quemar la caña en la madrugada en lugar de hacerlo en la tarde, una medida que busca garantizar que la caña llegue más fresca al proceso de molienda. “La frescura empieza a contar desde que quemas la caña. Si la quemas tarde y luego la dejas para el día siguiente, la caña puede sufrir una degradación importante”, explicó Rodríguez Carrillo.
Gracias a esta estrategia, la vara adulce es levantada y procesada el mismo día, lo que ha permitido al ingenio lograr un promedio de 22 a 24 horas de operación continua por día, un rendimiento mucho mayor en comparación con el año anterior.
Además, este año se tomó la decisión de atrasar el arranque de la zafra 10 días, debido a que las lluvias se extendieron más de lo habitual, lo que dificultó el proceso de secado de la caña.
Este retraso, aunque inusual, permitió que la caña se deshidratara adecuadamente, favoreciendo que los jugos se convirtieran en sacarosa de forma más eficiente. “El atraso fue necesario para que la zafra se deshidratara bien, lo que resulta en una mejor recuperación de sacarosa y, por lo tanto, mayor rendimiento en la fábrica”, señaló Rodríguez Carrillo.
A pesar de los desafíos climáticos y las plagas que han afectado la zona, el Ingenio de Atencingo mantiene su enfoque en la calidad del cultivo y el control de plagas. José de Jesús Rodríguez Carrillo instó a los productores a acercarse al personal técnico, para recibir asesoramiento sobre cómo mitigar el impacto de las plagas en los campos, un factor crucial para asegurar la salud de los cultivos y la calidad de la caña.
Con estas decisiones, el Ingenio de Atencingo busca no solo mejorar su rendimiento en esta zafra, sino también establecer prácticas que favorezcan la producción sostenible en el largo plazo, beneficiando tanto a los productores como a la industria en general.