Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
Sin duda alguna el talento de los migrantes poblanos es cada vez más visible y preciado en Estados Unidos, tal es el caso de las esculturas y murales del artista atlixquense Raúl Ricardo Lezama Cordero, quien, además de las numerosas obras hechas en el estado de Puebla, también ha realizado proyectos que se exponen en Times Square, en Nueva York.
En entrevista para Enlace Noticias, Raúl Lezama expuso que durante los 17 años que estuvo en Estados Unidos tuvo la oportunidad de realizar murales y esculturas, en las cuales su tema preferido era plasmar parte de la cultura mexicana.
Pese a que llegó al país vecino desde muy joven, y trabajaba como muchos migrantes, en empleos de servicio, como restaurantes, siempre trató de llevar su arte a donde se encontraba, al grado de que donde laboraba colocaba sus piezas para recordar su arte y sus raíces.
Expresó que fue un día en especial en que empezó a mostrar fotografías de sus piezas a sus compañeros, por lo que se ganó una oportunidad para pintar un mural en un restaurante americano, en la Corporación Dallas BBQ Restaurant, ubicado en Time Square, por lo que a partir de ahí se impulsó para realizar varios proyectos en el área de Nueva York y New Jersey.
“El ultimo trabajo que hice está en el centro de Nueva York, en un área muy famosa del Times Square, en Broadway, donde están los grandes teatros. Ese proyecto fue en un restaurante para 700 personas, ahí pinté murales y realicé esculturas de madera; es un área grande, por eso tomó dos años completar el proyecto”, destacó.
Dicho trabajo continúa como una exposición pública y permanente, donde miles de personas admiran cada día el trabajo del atlixquense, quien ha entregado grandes proyectos al país vecino.
Gracias a su impulso en la Unión Americana, tuvo acceso a cursos y libros de arte que lo ayudaron a mejorar su técnica, además, estuvo en contacto con otros artistas que nutrieron sus conocimientos.
Su arte también se aprecia en varios municipios del estado de Puebla, como es Chiautla de Tapia, donde creó un mural y una escultura que se ubica en la entrada de la cabecera municipal; murales en iglesias, espacios públicos y escuelas de Ixcalmilpa, Izúcar de Matamoros, Atlixco, Huehuetlán el Chico y Epatlán.
Inclusive, ha trabajado en obras de otros estados de la República como Veracruz, donde realizó decoraciones con murales en un domicilio particular; en Morelos pintó una Virgen de Guadalupe y en Tlaxcala hizo dos esculturas de madera.
Su primera escuela: su papá
Sobre cómo inició en el mundo del arte, Raúl Lezama explicó que fue una herencia artística por parte de su papá, quien fue profesor de artes plásticas en la Academia de San Carlos, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Señaló que su trayectoria comenzó desde muy joven, pues su papá le enseñó a crear obras de arte, principalmente arte sacro, por ello, desde los 16 años empezó a vender cuadros para sostenerse económicamente, incluso varios de los cuadros aún se encuentran en el claustro de las madres Clarisas de Atlixco y son de los más antiguos que ha vendido.
Asimismo, municionó que le enseñó a decorar iglesias en Atlixco, algunas capillas y proyectos de restauración, los cuales le ayudaron para tener una base para sus murales y esculturas, al principio centrándose más en el arte sacro.
Su meta es inmortalizar la cultura mexicana en sus obras
En su inicio su arte se centraba en plasmar el tema sacro, pues pintaba murales en iglesias y creaba esculturas religiosas como santos, por ello, cuando hizo obras en Estados Unidos empezó a enfocarse en otros temas, como esculturas y murales de estilo texano, con paisajes y personajes de dicha cultura, tales como caballos de madera o hasta un búfalo.
Sin embargo, señaló que su tema preferido es la cultura mexicana, lo prehispánico, pues asegura que para él es importante que el mundo conozca sus orígenes mexicanos a través de sus obras.
Argumentó que las personas, principalmente los mismos mexicanos, a veces ver los paisajes o los personajes se vuelve tan cotidiano que olvidamos su importancia, por esto, él prefiere darle un poco de arte a través de sus obas y que los mexicanos no olviden su cultura.
“Cuando se plasma en un mural, la gente enfoca su atención y redescubre la importancia de ser mexicano, de ser orgullosos de nuestras raíces. En EU traté de trasmitir eso, el amor a mi tierra, a mi gente, mi cultura y raíces”, resaltó.
Sus obras más difíciles fueron para los izucarenses
De acuerdo con lo relatado por el artista atlixquense, una de las obras más importantes y complejas que ha realizado es la réplica de Santiago Apóstol, la cual se encuentra actualmente en la parroquia de Izúcar de Matamoros.
Externó que hacer la escultura le tomo 3 meses, desde que le encomendaron el proyecto e inició un estudio minucioso de la imagen original, sobre todo el rostro; al final se elaboró con fibra de vidrio, solo la parte de la cara se hizo con cedro rojo.
“Fue una experiencia grata el realizarla; y cuando la entregamos el impacto fue muy grande, la recibieron con mucho amor, sin duda una de las experiencias más bonitas. Pero también fue mucha responsabilidad, por lo que se cumplió el objetivo con ayuda de mi hermano”, expresó.
Asimismo, el muralista y escultor reveló que otra obra importante y de las más difíciles fue el mural realizado a la entrada de Izúcar de Matamoros, pues fue complicado concluir el proyecto en un periodo muy corto; tardaron 3 meses en realizarlo, desde el diseño hasta el día de la entrega.
“Fue un mural muy grande, mide 150 metros de largo por 4 de altura, y hacerlo en 3 meses fue un gran reto; por eso trabajé junto con mi hermano y mi hijo Ricardo, trabajamos día y noche para terminarlo en el plazo prometido. Incluso, para lograr el objetivo teníamos que trabajar día y noche” concluyó.