José Díaz / Acatlán de Osorio, Pue.
Ejidatarios de diferentes comunidades de Acatlán, mencionaron que durante este año, la mayor parte de sus cosechas se echaron a perder debido a la sequía que se presentó durante el mes de junio, julio y agosto.
Indicaron que ahora no han recibido ayuda de parte de alguna dependencia, debido a que no ha llegado la aseguradora para valorar las hectáreas y determinar cuánto cultivo será pagado.
Ernestino Ramírez, ejidatario de una comunidad de Acatlán, mencionó que en la mayor parte de localidades como Tianguistengo, La Huerta, Ilamacingo, Tianguistengo, Galeana, entre otros, hubo pérdida de los cultivos.
Dijo que se echaron a perder las siembras de maíz y frijol debido a que carecieron de lluvias cuando estaban en periodo de crecimiento, por lo que muchos campesinos no lograron cosechar nada, debido a la falta de agua.
Manifestó que acudió personalmente a las dependencias ubicadas en Acatlán de Osorio, para verificar sobre la pérdida de cultivos, pero todo dependerá de lo que diga la aseguradora del gobierno estatal, para poder determinar los daños en cada cultivo.
Indicó que muchas veces como productores se han enfrentado a que la aseguradora necesita observar que sea pérdida total en los cultivos para poder dar el apoyo, sin embargo, no lo otorga mientras existan plantas que se pueden recuperar, aunque estas sólo representen en 30 o hasta 20 por ciento de la cosecha total.
Agregó que siguen en la espera de la aseguradora para recibir su apoyo, ya que muchas familias que perdieron sus siembras dependen de la cosecha y de lo obtenido en sus cultivos.
Por su parte, personal de la delegación de Desarrollo Rural de Acatlán, informó que muchos ejidatarios han reportado la pérdida de sus cosechas, pero confirmaron que aún no ha llegado la aseguradora para determinar los daños.
Señalaron que por ahora esperarán al personal de esta dependencia, para informar cuántas hectáreas de cultivo se perdieron en la zona de Acatlán, ya que ellos tienen parámetros diferentes de medición, aunque sí han observado que la mayor parte de cultivos se perdieron en su totalidad.
Mencionaron que este 2016 hubo una sequía severa que se presentó en el periodo de proceso de siembra y crecimiento de la milpa, lo que complicó el crecimiento de la planta y no generó cosechas en el lugar.