Elizabeth Soriano / Tehuitzingo, Pue. – Fotos: Juan Rubio / Acatlán de Osorio, Pue.
** “Entre la escasez del barro en algunas regiones y la falta de mercado para los productos que realizamos los artesanos, estamos al borde de desaparecer” **
** Antonia Hoyos Hernández se siente satisfecha de haberle dedicado
55 años de su vida**
Sin duda los artesanos y sus artesanías representan la identidad de toda una comunidad, que se transmite de generación en generación; no obstante, actualmente es de los sectores más olvidados por los distintos niveles de gobierno, tal y como ocurre con los artesanos de Acatlán y Tehuitzingo.
En dichos municipios se enfrentan a grandes retos, como la escasez de su principal materia prima, el barro, y la competencia con el plástico, que ha sustituido los recipientes hechos con barro.
El plástico chino ha sustituido al arte del barro
Uno de los principales obstáculos que enfrentan actualmente los artesanos en la región sur del estado es la sustitución de artesanías de barro con productos de plástico, que ha provocado que la venta de las artesanías disminuya considerablemente.
En entrevista para Enlace Noticias, el artesano Guadalupe Flores Vaquero, expuso que durante los más de 45 años que lleva haciendo su arte, ha observado bajas importantes en las ventas, pues asegura que la llegada del plástico fue algo que les afectó a ellos directamente.
Declaró que la ciudadanía ya no quiere usar artículos de barro, debido a su fragilidad, por lo que prefieren ocupar recipientes de plástico.
“El plástico fue lo que nos afectó y por eso disminuyeron los artesanos, se vende ya poco el barro”, dijo.
Con todo ello, resaltó que para este sector es importante el apoyo que puedan recibir de los gobiernos, pues considera que se han olvidado de ellos, y aunque antes recibían visitas del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, que les compraban sus productos, actualmente ya no es así, por lo que el apoyo del gobierno sería crucial.
“Ojalá haya algún apoyo por parte del gobierno; quisiéramos un torno para tornear la loza, eso sería de mucha ayuda”, expresó.
Resaltó la importancia de que la ciudadanía retome las prácticas de utilizar artesanías de barro en casa, pues es mucho más amigable con el ambiente y tiene ventajas a la hora de guardar temperaturas o en las propiedades de las plantas cuando se usan macetas.
“Pese a todo los turistas son los que siguen apreciando más nuestras artesanías, que nos compran cuando llegan al mercado o cuando pasan por la carretera”, señaló.
Es importante destacar que la industria china tiene saturado el mercado nacional de piezas que en México son elaboradas sólo por los artesanos, y en consecuencia se convierten en una competencia desleal, que pone en desventaja a los artesanos quienes no pueden ofertar sus piezas al mismo precio; las abaratan, pierden y se desgastan.
Arte transmitido de generación en generación
Sobre su trayectoria, don Guadalupe, a sus 78 años, puntualizó que aprendió desde muy joven el arte del barro, llevando más de 45 años creando sus artesanías, un oficio que le fue heredado de su papá y de sus abuelos, y que inició su aprendizaje hasta la Ciudad de México.
En la Capital del país aprendió a realizar sus moldes para que posteriormente, en su natal Tehuitzingo aplicar dichos conocimientos para iniciar con su trayectoria como artesano.
Para él sus artesanías son su vida, y espera que este arte del barro no se pierda, pues sabe que forma parte de la identidad cultural de toda una comunidad, aunque ya no sea tan bien valorado.
Escasea el barro para artesanos de Acatlán
Para los artesanos del municipio de Acatlán de Osorio, uno de los grandes retos que deben enfrentar actualmente es la escases de barro que hay en la demarcación, pues entre la venta de terrenos y la falta de apoyo, no hay lugares donde encontrar dicha materia prima.
En entrevista con Juan Rubio y Natali López, el artesano David Flores Velazco dio a conocer que como artesanos están viviendo una situación difícil a la hora de realizar sus piezas, pues ya no es tan fácil localizar el barro, los terrenos donde lo encontraban ya fueron vendidos.
Detalló que tiene más de 15 años que han empezado a observar esta situación, pues antes sólo daban una pequeña cooperación a los dueños, pero ahora que fueron vendidos los predios, ya no les dejan extraer el material y tiene que recurrir a comprarlo fuera, por ejemplo, a Tehuitzingo.
Aunado a ello, Amada Julia Yolanda Ramos García, también integrante del Comité de Artesanos 20 de octubre, señaló que el incremento de la gasolina es otro factor que les aumenta los precios para comprar una camioneta chica de barro para sus productos, y en las zonas donde hay no los dejan extraerlo.
“Hay una zona donde encontramos barro, y hablé con el dueño, pero me dijo que no podíamos extraer nada porque habían puesto colmenas y con los barretazos para sacar el barro se iban a ir; igual sacábamos de otro lado, pero ya vendieron y construyeron casa”, dijo.
Por su parte, Daniel Herrera Leal, compartió que en diversas ocasiones han intentado negociar con los dueños de los terrenos, pero se han negado rotundamente, pues al parecer a ellos sólo les urgía vender sus predios.
Por ello, siguen buscando alternativas para que su inversión en el barro no sea mayor, pues ya sus ventas no son buenas; si invierten más, no verán buenas ganancias.
Al mismo tiempo solicita al gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que los apoye en este tema, que si puede buscar la manera de encontrar un terreno donde puedan extraer el barro sin problema, que ahí se puedan concentrar los artesanos para conseguir su principal materia prima.
“Aunque tengamos que dar una pequeña cooperación, yo creo que el gobernador si nos puede ayudar, porque al final sin el barro no podemos hacer nuestros productos”, subrayó.
Arte en peligro de extinción
Ante los retos que presentan los artesanos, la competencia con el plástico, la escases de sus materias primas, el casi nulo apoyo de los gobiernos y la devaluación de su trabajo por parte de los ciudadanos, muchos ya han optado por dejar al arte del barro y dedicarse a otras cosas.
En entrevista con la artesana de Tehuitzingo, Antonia Hoyos Hernández, puso en evidencia que ante los retos de los artesanos y que son muy bajas sus ventas, muchos han optado por trabajar en otras áreas, por ejemplo, varios de los que ella conoce ahora son albañiles y las mujeres venden otros productos, principalmente comida.
En su caso, relató que aprendió a trabajar el barro desde los 10 años, iniciando con pequeños recipientes para después apoyar a su mamá con trabajos más grandes, en ese entonces cuenta que las ventas eran mayores.
Refirió que llegaban desde Izúcar de Matamoros, Puebla, Ciudad de México o inclusive artesanos de Acatlán para comprar las artesanías que realizaban en Tehuitzingo, o ellos también salían a los mercados de dichos lugares para vender sus productos.
Sin embargo, afirmó que, de 15 años para acá con la presencia de trastes de plástico, disminuyeron drásticamente las ventas, por lo que muchos artesanos decidieron dedicarse a otros oficios para mantenerse económicamente.
“Aquí en Tehutzingo ya solo existen menos de una docena de artesanos que siguen trabajando el barro” concluyó. “Aquí en Tehutzingo ya solo hay como 3 artesanos que siguen trabajando el barro, la mayoría trabaja en otra cosa, y eso también conlleva que a veces las nuevas generaciones ya no sepan trabajar esas artesanías. Es triste que parte de nuestra cultura e identidad que tenemos en nuestras artesanías ya se esté perdiendo”, finalizó