* Migrantes de Xixingo rescatan iglesia de más de 200 años de antigüedad
Alejandro López / Tulcingo de Valle, Pue.
Xixingo de los Reyes es una comunidad ubicada a 28 kilómetros de Tulcingo de Valle, es un triangulo fronterizo entre Oaxaca y Guerrero, durante años han mantenido conflictos territoriales, sin embargo, cuando se trata de enfrentar alguna necesidad o sacar adelante algún proyecto la población se mantiene unida.
Xixingo es una población con alta marginación y carente de oportunidades, es fuerte expulsora de mano de obra y mucha de su gente se encuentra hoy en New York, Pennsylvania y New Jersey, personas que salieron por una necesidad pero que extrañan su tierra.
Matías Flores, es un joven quien al igual que muchos de sus paisanos migrantes buscaron una mejor oportunidad de vida en la Unión Americana, durante su salida de Xixingo de los Reyes se encomendaron a su santo patrón “Jesús de Nazaret” para que les concediera la gracia de llegar con bien.
Ese gesto espiritual llevó a que en el 2014 se organizaran y buscaran la forma de poder llevar a cabo la restauración del templo de su tierra natal, la cual según expertos es una joya arquitectónica que data de hace más de 200 años, al proyecto lo denominaron “Proyecto Xixingo de los Reyes” y tiene la firme intención de restaurar por completo el templo que se encontraba en malas condiciones, pues la estructura aún registraba daños por el terremoto inolvidable de 1985, y desde hace 30 años ninguna autoridad tuvo el interés de restaurar este templo.
Fueron los pobladores y los migrantes quienes se organizaron, comenzaron a solicitar cooperaciones, mientras el pueblo colaboraba con aproximadamente 500 pesos, los migrantes llegaban aportar hasta 200 dólares, buscaron a un restaurador y quien realizara los trabajos.
Fue así como inició la restauración, lo primordial era la restauración del techo, el cual presentaba grandes grietas, secuelas del terremoto del 85, posteriormente iniciaron con la restauración del interior de la iglesia, a más de un año, los avances muestran un trabajo de alta calidad, los gastos se acercan al millón de pesos y aunque por momentos se ven presionados con los recursos, la fe que tienen en ver una nueva imagen de su iglesia en la que algún día de niños oyeron misa y estudiaron el catecismo es más grande y los motiva a seguir cooperando.
En algún momento los migrantes buscaron las formas de llevar a cabo el proyecto a través de programas de gobierno, sin embargo, el papeleo y la burocracia los desanimaron, es por ello que solo población y migrantes iniciaron esta obra que está muy avanzada, esperan que para la fiesta del pueblo, que es el segundo viernes de cuaresma, los trabajos estén por concluir en su primera etapa.