Redacción / Información regional.
El 27 de abril se cumplieron 14 años desde que los activistas Bety Cariño y Jyri Jaakkola fueron brutalmente asesinados en Oaxaca. Este crimen, que aún permanece impune, fue perpetrado cuando una caravana de ayuda humanitaria, en la que ambos participaban, fue emboscada por paramilitares en el paraje La Sabana, en la región triqui de San Juan Copala.
La organización Código DH ha informado que este crimen continúa sin recibir justicia y ha denunciado que los asesinos han sido protegidos sistemáticamente por las autoridades estatales. La impunidad en Oaxaca parece interminable, pero tanto los abogados como los familiares de las víctimas confían en que instancias interamericanas puedan hacer justicia.
La abogada Karla Michel Salas, quien lleva el caso, explicó que llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) permitirá trascender más allá del caso concreto y abordar el problema estructural que persiste en Oaxaca. Según la abogada, tras presentar las pruebas, un funcionario admitió que los presuntos responsables contaban con la protección de políticos. Cabe recordar que, en septiembre de 2022, los presuntos asesinos de Bety y Jyri fueron liberados por un Juez Integrante del Tribunal Unitario de la Región de la Mixteca.
En la emboscada en la que perdieron la vida Bety y Jyri, también resultaron heridos o amenazados periodistas de medios locales y nacionales, así como defensores de derechos humanos de varios países que estaban presente para brindar ayuda y documentar lo que sucedía en San Juan Copala. En esa comunidad, se vivía un cerco paramilitar que mantenía secuestrados a niños, niñas, hombres y mujeres adultos, así como ancianos, todos ellos promotores de un municipio autónomo triqui.
Como parte de las actividades de memoria en honor a los activistas asesinados, la organización Código DH inauguró la exposición «Semillas que florecen» en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca durante el Día de Muertos de 2023. Esta exposición cuenta con 20 cuadros seleccionados a través de un concurso en el que participaron artistas de Canadá, Alemania, México y Suiza. Los cuadros narran de diversas maneras la historia de Bety Cariño, una mujer mexicana de 37 años, y Jyri Jaakkola, un hombre finlandés de 33 años, quienes perdieron la vida en la lucha por el respeto de los derechos humanos en Oaxaca.
En este momento, la exposición «Semillas que florecen» se presentará en seis ocasiones en Finlandia, destacando las ciudades de Turku y Tampere en el marco de un Foro Social, así como en la capital, Helsinki, durante el World Village Festival. Además, la exposición también será conmemorada en Suiza y Alemania. Otras actividades en memoria de Bety y Jyri se llevarán a cabo en el País Vasco, Francia y en varios estados de México.
A pesar de los 14 años transcurridos, la impunidad y la protección de los responsables por parte de las autoridades continúa siendo un obstáculo para que se haga justicia en el caso de Bety Cariño y Jyri Jaakkola. Mientras tanto, sus familiares, abogados y organizaciones de derechos humanos siguen luchando incansablemente para que este crimen no quede impune y para que se garantice el respeto a los derechos humanos en Oaxaca y en todo México.