Redacción/ Internacional.
En un fallo decisivo, la Corte Suprema de Colorado retira a Donald Trump de la contienda electoral del 2024, citando una cláusula constitucional sobre la participación en insurrecciones. La enmienda decimocuarta, concebida tras la Guerra Civil, impide que individuos implicados en insurrecciones aspiren a cargos electos.
Con un ajustado veredicto de 4 a 3, el tribunal señala la participación de Trump en los disturbios del Capitolio hace tres años como causa de su inadmisibilidad. La reacción del equipo de Trump no se hizo esperar, catalogando la decisión como «antidemocrática» y anunciando una pronta apelación ante la Corte Suprema de EE. UU.
A pesar de esta inadmisibilidad, Trump enfrenta un agitado 2024, repleto de eventos clave. Con su calendario plagado de apelaciones legales, juicios y desafíos políticos, se enfrenta a un panorama complicado.
Las primeras primarias republicanas en Iowa y New Hampshire son el punto de partida. Aunque lidera las encuestas, los juicios previstos para marzo, incluido uno por presiones electorales en Washington, podrían alterar su posición.
Con juicios programados en Washington, Nueva York y Florida entre marzo y mayo, Trump se ve sumido en un torbellino legal. La convención republicana en julio en Milwaukee será crucial, donde el partido nombrará oficialmente a su candidato presidencial, en un contexto marcado por la agitación y la polarización.
La gran pregunta persiste: ¿será Estados Unidos testigo de un duelo electoral repetido entre Trump y Biden? El país jamás ha elegido a un presidente bajo imputación, dejando en el aire la incertidumbre sobre el futuro político estadounidense.
Este enfrentamiento legal y político podría redefinir el curso de la política en EE. UU., abriendo un capítulo inédito en la historia electoral del país.