Redacción / Port Vila, Vanuatu.
Un sismo de magnitud 7.3 sacudió la capital de Vanuatu, Port Vila, el martes 17 de diciembre, dejando al menos seis personas fallecidas, numerosos heridos y significativos daños en infraestructuras.
La tragedia interrumpió las comunicaciones en gran parte de la ciudad, mientras las autoridades locales y equipos de rescate trabajaron en la búsqueda de sobrevivientes bajo los escombros.
El terremoto se registró a las 12:47 hora local, con un epicentro localizado a 30 kilómetros al oeste de Port Vila, y una profundidad de 57.1 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Equipos de emergencia y organizaciones internacionales respondieron rápidamente al desastre. La Organización Mundial de la Salud (OMS), confirmó en sus redes sociales que había movilizado personal para apoyar las operaciones del Hospital Vila Central, y colaborar con el Ministerio de Salud.
El movimiento telúrico también provocó importantes daños en embajadas y oficinas diplomáticas. La representación de Estados Unidos en Port Vila informó que su edificio sufrió daños considerables, y que permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. No obstante, aseguró que todo su personal se encontraba a salvo.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, indicó que su embajada, compartida con las representaciones de Francia y Reino Unido, había resultado gravemente afectada.
Las autoridades de Vanuatu enfrentan el complejo reto de gestionar una crisis, que dejó profundas cicatrices en su capital.