El presidente Andrés Manuel López Obrador ha solicitado al Senado de México la aprobación para que 11 militares estadounidenses ingresen al país armados y permanezcan por un período de casi dos meses. La razón de este permiso es proporcionar adiestramiento a las tropas mexicanas.
El pasado 23 de enero, la solicitud de autorización fue publicada en la Gaceta del Senado. El documento, firmado por Esteban Martínez, titular de la Unidad de Enlace de la Presidencia de la República, hace mención a la necesidad de fortalecer las capacidades de las Fuerzas Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El adiestramiento militar se llevará a cabo en dos instalaciones ubicadas en el Estado de México: el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla y el Centro de Adiestramiento Regional de la 1 Región Militar en San Miguel de los Jagüeyes.
Se ha informado al Senado que la delegación de militares estadounidenses está compuesta por 11 instructores del 7/o. Grupo de Fuerzas Especiales del Comando de Operaciones Especiales Norte del Ejército de los Estados Unidos de América. Se espera que su ingreso al territorio nacional sea a bordo de la aeronave C-130 Hércules de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y que aterricen en el AIFA.
Esta solicitud ha causado controversia y división de opiniones en el entorno político y social de México. Hay quienes consideran que la colaboración militar con Estados Unidos puede ser beneficiosa para mejorar las capacidades de las fuerzas armadas mexicanas, mientras que otros argumentan que esto pone en riesgo la soberanía nacional.
El Senado deberá discutir y analizar detenidamente esta petición para tomar una decisión informada. Sea cual sea el resultado, este tema continuará generando debate en los próximos días y semanas.