Juan Rubio / Información internacional.
El 11 de septiembre de 1973 marcó un punto de inflexión en la historia de Chile. Ese día, el gobierno democrático, encabezado por el presidente socialista Salvador Allende, fue derrocado en un golpe de Estado auspiciado por la junta militar liderada por Augusto Pinochet. La dictadura instaurada condenó al país a casi una década de horror, marcada por miles de muertos, desaparecidos, detenidos torturados y exiliados.
Los acontecimientos que llevaron al golpe de Estado comienzan semanas antes, cuando el general Pinochet, como comandante en jefe del ejército, se sienta a la mesa con el vicealmirante José Toribio Merino y el comandante de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, para elaborar el plan de derrocamiento del gobierno.
Con los preparativos concluidos, la mañana del 11 de septiembre, el ejército entró con 23 hombres a La Moneda (sede del presidente), al tiempo que Pinochet, a través de la radio, llamaba al pueblo a la resistencia. Un ataque con aviones y tanquetas de la fuerza armada precipitaron el caos.
Allende, consciente de la derrota inminente, enterneció a los chilenos con su último mensaje, donde hablaba de la construcción de una sociedad mejor, y con un llamado a la resistencia. Después de 15 minutos de bombardeos desde aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea, el Palacio de Las Monedas quedó destruido junto con el gobierno presidencial.
A 50 años de distancia, el 11 de septiembre de 1973 sigue siendo una fecha triste e infame para Chile. La caída de La Moneda prácticamente abrió paso al auge del modelo económico neoliberal, al tiempo que condenaba a muchos chilenos a miles de atropellos a los derechos humanos.
El suicidio de Salvador Allende tras la invasión
El presidente socialista de Chile, Salvador Allende, se suicidó tras resistirse a la invasión golpista del régimen militar. La Corte Suprema de Chile emitió un fallo el 7 de enero de 2014 donde confirmó que Allende se sentó en el sofá del Salón Independencia del Palacio de La Moneda, colocó un fusil entre sus piernas, lo apoyó en su mentón y apretó el gatillo.
El mandatario falleció instantáneamente como consecuencia del disparo, cuyo impacto lo llevó a recargar su cabeza a la derecha e inclinar su tórax. Una importante pérdida de masa encefálica se reflejaba en el suelo y en el muro ubicado a sus espaldas.
Esto significó que aquellas teorías en torno a un supuesto enfrentamiento entre Allende y los militares golpistas quedaron desestimadas y sin fondo. La figura del ex Presidente y el legado que dejó tras de sí, luego de más de medio siglo de su trágico deceso, continúa siendo vigente en Chile y el resto de Latinoamérica.
Larga dictadura de Pinochet
El año de 1973 fue el inicio de una larga dictadura en Chile, liderada por Augusto Pinochet. El brutal líder de facto instauró un régimen neoliberal en 1975, entrelazado con mecanismos de represión que perpetraron violaciones a los derechos humanos. Agentes estatales como el Ejército, Carabineros, policía de Investigaciones y organismos creados específicamente por Pinochet, como la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y la Central Nacional de Informaciones (CNI), perpetraron detenciones clandestinas, torturas y asesinatos.
Estos hechos tuvieron eco a nivel internacional, siendo comparado por expertos como el hispanista estadounidense Angell, a grandes dictaduras militares como la Argentina. Según el informe de Comisión Nacional de la Verdad y Reconciliación de 1991, 3 mil 196 personas murieron a partir de la violencia política, mientras que el Informe Valech reportó 25 mil víctimas durante la larga dictadura chilena.
Gracias al fuerte movimiento de la sociedad tras el termino de Pinochet en 1990, el país llegó a la celebración de un plebiscito, en el que el voto por el «no» obtuvo la victoria, dejando atrás el régimen de Pinochet y los crueles años de dictadura.
Chile aún siente las consecuencias del golpe de Estado
A cinco décadas, las consecuencias del golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet continúan siendo sentidas en Chile y alrededor del mundo. A diferencia de los otros gobiernos socialistas, la elección de Salvador Allende fue a través de las urnas, y el impacto político que tuvo esta acción en ese momento fue tal, que actualmente el legado de 1973 sigue perfeccionándose en Chile.
Alan Angell, académico de la Universidad de Oxford, reflejó en su artículo para la revista Política de la Universidad de Chile que el domino militar en Chile se extendió por los 17 años del régimen pinochetista, haciendo una innovación tecnológica que serviría como patrón para otros golpes de Estado como el de Egipto en el 2013. Análogamente, el diplomático palestino, Fasi Elhusseini, refirió a BBC Mundo que la imagen y lo que el gobierno militar construyó para Chile, tendría cada vez un mayor significado en la actualidad.
Durante el proceso de dictadura, Chile se convertiría en el laboratorio de las teorías del economista Milton Friedman de corte neoliberal, quedando consagrados en la Constitución de 1980. Sin embargo, la desigualdad económica que existe preservó durante todos estos años y provocó el estallido social de 2019.
Investigación revela existencia del avión que bombardeó La Moneda
El documental “Hawker Hunter: El ruido del silencio”, emitido por TVChile, exhibió los resultados de una investigación comandada por el documentalista Rodolfo Gárate, cuyo equipo logró identificar que el mismo avión que participó en el ataque a La Moneda en 1973, sigue exhibiéndose en la base aérea de Cerrillos. Esto es asombroso, ya que, durante estos 50 años de golpe de Estado, la Fuerza Aérea Chilena (FACh), había reservado algunos de los 33 aviones Hawker Hunter que llegaron a Chile a mediados de esa década.
Además, esta explicación legendaria también cuenta la historia de Jeannette Fuentealba, quien, a los 11 años, fue víctima de un proyectil lanzado desde uno de estos aviones. Si bien se ha presentado una querella en su nombre para identificar a los pilotos responsables, el ministro de Chile Carlos Farías, no ha logrado encontrar una justicia que satisfaga a su familia.