La muerte de una joven de 22 años en resguardo de la policía por supuestamente llevar mal el velo ha desatado una ola de fuertes protestas en Irán, en las cuales miles de mujeres se están revelando ante esta injusticia quitándose y quemando sus velos.
El pasado lunes tres personas murieron después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra hombres, mujeres y niños que protestaban en la provincia de Kurdistán por cuarto día consecutivo, denunciaron organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Ha estas protestas cada vez se unen más mujeres quienes deciden quitarse sus hiyab (pañuelos o velos) en plena calle, algo prohibido en Irán, esto como símbolo de que están hartas de tanta injustica contra ellas.
Algunas de ellas incluso quemaron las prendas en público entre ovaciones de los manifestantes, tal y como se observa en las imágenes que han circulado ampliamente en las redes.
La mujer que falleció y por la cual iniciaron las protestas, tenía 22 años de edad, había acudido a la capital a visitar a la familia. La acusaron de infringir la ley que obliga a las mujeres a cubrirse el pelo con un pañuelo, y los brazos y las piernas con ropa holgada.
Los testigos acusaron a los agentes de golpear a Amini mientras estaba dentro del camión de la policía que la llevó a un centro de detención. Según los informes, la joven fue «golpeada en la cabeza con un mazo y su cabeza fue golpeada contra el vehículo por la llamada policía de la moral».
Por su parte la policía ha señalado que la joven sufrió un «fallo cardíaco repentino» mientras esperaba con otras mujeres en el centro para ser «educada».
Las autoridades hicieron públicas las imágenes de las cámaras de seguridad que mostraban a una mujer que identificaron como Amini hablando con una funcionaria, que le agarraba la ropa.