Redacción / Información internacional.
Las sirenas que alertan el comienzo de una guerra sonaron nuevamente en el mundo, ahora se debió al conflicto que existe entre los países de Ucrania y Rusia. La noche del pasado jueves, las tropas rusas ingresaron a territorio ucraniano, lo que fue calificado por los gobiernos del mundo como el inicio de una invasión y un conflicto armado entre ambas naciones.
Historia tensa
Entre Ucrania y Rusia hay una historia tensa que se remonta al siglo XVII, cuando grandes porciones de territorio de Ucrania pasaron a formar parte del creciente Imperio Ruso. En el siglo XX, con excepción de un breve período de independencia en 1917, Ucrania se incorporó a la Unión Soviética.
Tras la ocupación alemana en 1941, Rusia recuperó a Ucrania en 1944. La independencia finalmente llegó en 1991 tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y a partir de entonces, Ucrania declaró su soberanía, se independizó y puso la mirada en Europa y su interés de pertenecer a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); esto provocó el disgusto del gobierno ruso.
Moscú considera que la historia de Ucrania sigue estando entrelazada con Rusia, prueba de ello, en un largo ensayo en julio de 2021; el presidente Vladímir Putin dijo que rusos y ucranianos eran “un solo pueblo”.
En 2013, un histórico acuerdo político y comercial entre Ucrania y la Unión Europea tensó las relaciones con Rusia. El presidente ucraniano Víktor Yanukóvich suspendió las negociaciones -al parecer por presión de Rusia- y durante semanas estallaron protestas violentas en Kyev, capital de Ucrania.
La tensión culminó con el antecedente más directo de la actual crisis: Crimea, una península que forma parte de la Ucrania independizada en 1991, se anexó a Rusia en 2014.
Meses después, rebeldes prorrusos se levantaron en la región del Donbás, en el este de Ucrania, y comenzó una guerra civil que continúa hasta ahora y que enfrenta al gobierno ucraniano contra las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, apoyadas por Rusia, que el pasado lunes reconoció su independencia -ocho años después-, lo que dio pie al inicio de la guerra.
Estalló la guerra
Fue la madrugada del jueves 24 de febrero, cuando comenzaron a sonar las sirenas de guerra, un sonido que temían escuchar los ucranianos desde hacía días, lo que provocó que despertaran con pánico. A las 4:30 de la madrugada, hora local, las explosiones desgarraron el cielo de Kiev y en la ciudad de Mariupol, por primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial.
Las tropas rusas ingresaron a la región ucraniana de Jersón, limítrofe con la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, según informó la Guardia Fronteriza de Ucrania.
El Servicio Guarda Fronteras publicó un vídeo en el que se puede ver el cruce de blindados, tanques, camiones militares con artillería y armas pesadas en las fronteras de las provincias ucranianas de Lugansk, Sumi, Járkov, Chernígov y Zhitomir.
Por el estallamiento de la guerra, las familias se desintegraron. Mujeres, niños y adultos mayores abandonaron la ciudad para resguardarse y ponerse a salvo, algunos se desplazaron al interior del país y varios miles cruzaron las fronteras internacionales; mientras que otras decidieron permanecer en su país refugiándose en las estaciones subterráneas del tren y otras más se alistaron para luchar contra el ejército ruso.
El gobierno ucraniano, que encabeza Volodímir Zelenski, aseguró que se defenderán de la invasión de Rusia y que derrotarán al enemigo. “Putin acaba de lanzar una invasión a gran escala en Ucrania. Las pacíficas ciudades ucranianas están bajo ataque. Esta es una guerra de agresión. Ucrania se defenderá y ganará. El mundo puede y debe detener a Putin. El momento de actuar es ahora”, reiteró el ministro ucraniano de Exteriores, Dimitro Kuleba, en un tuit, el pasado jueves.
Tras el ataque, la Empresa Estatal de Servicios de Tránsito Aéreo de Ucrania, informó que debido al alto riesgo de seguridad de la aviación para la aeronáutica civil decretó el cierre del espacio aéreo de Ucrania para vuelos civiles; lo mismo hizo Rusia, cerró el espacio aéreo a las aeronaves civiles en su frontera occidental con Ucrania y Bielorrusia.
En el segundo día de ataque, los rusos tomaron la central nuclear de Chernóbil, confirmó el asesor del jefe de la Oficina de la Presidencia, Mikhail Podolyak, según la agencia de noticias Interfax-Ucrania, pero el funcionario aseguró que desconocen el estado de las instalaciones de la antigua central nuclear, confinamiento y almacenamiento de residuos nucleares.
Hasta el momento, por el ataque se reportan cientos de muertos, entre militares y civiles, y más de mil lesionados.
Mexicanos y poblanos en Ucrania
El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, informó que tienen registradas 90 familias mexicanas, con un total de 225 integrantes, que habitan en Ucrania; de éstos, sólo 50 han pedido ser evacuados del país.
La embajada de México en Ucrania anunció que evacuó a 22 mexicanos hacia Rumania; el traslado se realizó vía terrestre en un autobús y que hasta el momento se tienen registrados a más connacionales.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Gobernación de Puebla, Ana Lucia Hill reveló que, de los 225 mexicanos, seis son poblanos y hasta el momento no han solicitado resguardo, pese al conflicto armado en desarrollo.
Reacciones internacionales
Tras la invasión de Rusia a territorio ucraniano, gobiernos de todo el mundo y organismos internacionales fijaron su postura, en su mayoría condenaron las acciones y algunos decretaron sanciones severas contra el gobierno ruso.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó al líder ruso Vladímir Putin de lanzar un ataque “no provocado e injustificado” contra Ucrania y de apostar por una “guerra premeditada” que provocará una “catastrófica pérdida de vidas y sufrimiento”. Reiteró que trabajará con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky por conseguir la condena internacional contra el ataque ruso, además de “severas sanciones” contra Moscú por esta intervención militar.
En México, el mandatario Andrés Manuel López Obrador expresó que la postura de nuestro país es rechazo y condena a cualquier invasión y explicó que la nación está a favor de la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la resolución pacífica de los conflictos.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, llamó a Rusia a dar marcha atrás y detener su intervención en Ucrania, al tiempo que aseguró que “esta guerra no tiene ningún sentido”.
Por su parte, la Unión Europea (UE) condenó el “injustificado” ataque ruso y expresó su temor por los civiles; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó “enérgicamente” el ataque “no provocado” de Rusia contra Ucrania que según dijo arriesga “innumerables vidas civiles”, y lamentó que Moscú haya elegido el “camino de la agresión”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que “occidente no se quedará a la espera”; y el primer ministro italiano, Mario Draghi, condenó en nombre de su Gobierno el ataque y lo tachó de “injustificado e injustificable”.
Asimismo, el Papa Francisco expresó su preocupación por la guerra y lanzó un llamamiento “a quienes tienen responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es el Dios de la paz y no de la guerra”.
Sanciones contra Rusia
Algunos países implementaron sanciones contra Rusia que incluyen la congelación de activos fuera del país de los cuatro principales bancos rusos, un veto de exportación para productos de alta tecnología en las áreas de semiconductores, aeroespacial, y naval, y limitantes para negociar en las monedas de países que se están adhiriendo a dichas sanciones.
Joe Biden anunció que debido al ataque se tomaron acciones contra Moscú como: limitar la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras y yenes para ser parte de la economía global; detener la capacidad de financiar y hacer crecer el ejército ruso, así como deteriorar su capacidad para competir en la economía de alta tecnología del siglo XXI.
Asimismo, se bloquearon dos grandes instituciones financieras rusas, el VEB (uno de los mayores bancos de inversión y desarrollo) y su banco militar, los cuales en conjunto tienen alrededor de un billón de dólares en activos.
En el terreno militar, Biden autorizó el traslado de soldados y equipamiento militar estadounidense que ya se encuentra en bases europeas, a las naciones bálticas, sin ofrecer números.
Alemania, con el aplauso de EU, decidió bloquear la certificación del gasoducto ruso Nord Stream 2, controlado por el gigante energético ruso Gazprom, ya terminado y construido con participación de empresas alemanas, que está destinado a transportar directamente gas.
OTAN activó la Fuerza de Respuesta
Por primera vez en la historia, la Fuerza de Respuesta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, se activó como medida defensiva en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
El general Tod Wolters, comandante supremo aliado de la OTAN, activó la fuerza multinacional compuesta por fuerzas terrestres, aéreas, marítimas y de operaciones especiales de los aliados que pueden desplegarse rápidamente en apoyo de la alianza de la OTAN.
Repercusiones económicas
El conflicto bélico ha puesto en alerta a todo el mundo, debido a las repercusiones económicas que se van a observar a corto y largo plazo, particularmente en Europa.
Los efectos de esta guerra se verán en el alza de la inflación, en el entorpecimiento de las cadenas de valor y en una desglobalización a largo plazo.
Cabe hacer mención que Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo y gas natural, por lo que las sanciones económicas tienen un efecto boomerang que ya se ve reflejado en los precios de los energéticos. Este impacto será particularmente notorio en Europa, la cual depende mucho del gas natural proveniente de Rusia.
Fuera de Europa, veremos que la gasolina y el diésel también tendrán importantes alzas. Para contrarrestar un poco dicho efecto, Estados Unidos estará ofreciendo parte de sus reservas estratégicas de gasolinas.
Aunado a ello, Rusia y Ucrania son exportadores importantes de metales como el cobre, el aluminio y el níquel, estos metales se utilizan para fabricar semiconductores, los cuales ya han sufrido de un entorpecimiento en su elaboración a causa de la pandemia del Covid-19; los cuellos de botella para productos que utilizan semiconductores como son: vehículos, computadoras, celulares y otros aparatos electrónicos, se agravarán por la escasez de insumos para fabricar los chips, necesarios para estos bienes.
México, preparado para los efectos de la guerra: AMLO
El presidente de México aseguró que su administración está preparada para combatir la escalada de precios en el gas y la gasolina de importación, derivada del conflicto bélico que viven Ucrania y Rusia; afirmó que en el país no escaseará la energía eléctrica y que para ello se echarán a andar a su máxima capacidad las hidroeléctricas del país.
Protestas en todo el mundo
Debido a la guerra, se registraron manifestaciones en plazas y a las puertas de las embajadas rusas en ciudades como Washington y Nueva York (Estados Unidos), Tokio (Japón), Tel Aviv (Israel), y Ciudad de México para condenar y rechazar la invasión de Ucrania, mientras que más de mil personas que intentaron hacer lo mismo en Rusia fueron detenidas.
Las consignas fueron: “¡Detengan la agresión rusa!” y otras más en contra del presidente ruso, Vladímir Putin.