Redacción / Internacional
Ante el confinamiento por la pandemia del Covid-19, el trabajo desde casa se ha hecho común en varias empresas, pero también ha sido un factor importante para el incremento de violencia familiar; ante esta situación, las empresas deberían implementar medidas para atender esta problemática que viven varias empleadas y que puede repercutir en su integridad personal y en su empeño laboral.
Según un anuncio de la Organización de la Naciones Unidas, el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo de 2019, indica que la violencia intrafamiliar puede afectar la productividad laboral, además de tener consecuencias en la salud y la seguridad de las mujeres, por lo que los empleadores deben reconocer la problemática y ofrecer soluciones.
Según estadísticas presentadas en el texto “5 consideraciones esenciales para el área de recursos humanos”, al menos 35% de las mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja intima; ante esto, la ONU reiteró la necesidad de que las compañías establezcan protocolos, políticas y prácticas para garantizar la seguridad y el bienestar de sus empleadas.
Al mismo tiempo, a organización hizo un llamado para elaborar medidas de seguridad para la violencia doméstica y para el acoso y hostigamiento en los centros de trabajo, ya sea de manera presencial o virtual; además de que se necesitar realizar capacitaciones ara el personal en las oficinas, esto en materia de seguridad y salud, además de enseñar a los trabajadores a identificar alguna señal de agresión.