El telescopio espacial James Webb de la NASA, un instrumento revolucionario construido para mirar lo más lejos posible del cosmos, fue lanzado por cohete este sábado 25 de diciembre desde la costa noreste de América del Sur, abriendo una nueva era de exploración astronómica muy esperada.
La NASA ha detallado que este observatorio espacial permitirá estudiar la formación de las primeras galaxias y estrellas después del Big Bang, así como de los planetas dentro y fuera del sistema solar. Estará en órbita alrededor del Sol, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra.
El poderoso telescopio infrarrojo de 9 mil millones de dólares, aclamado por la NASA como el primer observatorio de ciencia espacial de la próxima década, fue llevado a lo alto dentro de la bahía de carga de un cohete Ariane 5 que despegó de la base de lanzamiento de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Guayana Francesa.
El telescopio llegó a la Guayana Francesa en octubre después de un viaje por mar de 16 días desde California a través del Canal de Panamá hasta Port de Pariacabo en el río Kourou. Después del lanzamiento, se desplegará en un viaje de un mes de 1.6 millones de kilómetros a una órbita más distante que el Hubble, más allá de la Luna.
El ingeniero aeroespacial de la NASA, Alejandro Rivera asegura que viene un periodo muy importante en el que cualquier incidente con los despliegues podría comprometer la misión y que durante los próximos 14 días hay riesgo de que produzcan los despliegues y se producen modificaciones en la trayectoria del cohete.