de cinco bebés y siete pacientes en el hospital Al Shifa de la Ciudad de Gaza debido a la falta de electricidad. Este hospital se encuentra en el corazón de los combates entre las tropas israelíes y los milicianos de Hamas, dejando a miles de civiles atrapados en la zona.
Según las autoridades, la escasez de carburante ha llevado a esta trágica situación, ya que el hospital no puede mantener en funcionamiento los equipos y sistemas necesarios para el cuidado de los bebés prematuros y los pacientes en estado crítico. Además, Hamas afirma que el hospital ha sido objeto de disparos y ataques, lo que ha provocado la destrucción de secciones como la de cardiología, cirugía y cirugía ambulatoria.
Sin embargo, el ejército israelí niega apuntar directamente a los hospitales y acusa a Hamas de utilizarlos como centros de mando o escondites. Hamas, por su parte, niega rotundamente estas afirmaciones y rechaza ser responsable de la situación que ha llevado a la falta de electricidad en el hospital.
La Unión Europea también se ha pronunciado al respecto, condenando el uso de los hospitales y los civiles como escudos humanos por parte de Hamas. Al mismo tiempo, instan a Israel a ejercer la máxima contención para proteger a los civiles y evitar afectar aún más a los servicios médicos.
La crisis en la zona hospitalaria de Gaza se agrava cada vez más, ya que las tropas israelíes continúan sus combates cerca del hospital Al Shifa. Los heridos carecen de los cuidados necesarios debido a la falta de suministros, lo que ha llevado al cierre no solo de este nosocomio, sino también del hospital Al Quds, los dos hospitales más grandes de Gaza.
Con el aumento de las víctimas mortales y heridas a diario, encontrar lugares a los que puedan acudir los heridos se vuelve cada vez más difícil. La falta de electricidad y suministros médicos pone en riesgo la vida de muchas personas que necesitan atención urgente.
Es importante mencionar que Israel ha prometido aniquilar a Hamas tras el ataque del 7 de octubre en su territorio, que dejó un saldo de 1,200 muertos, en su mayoría civiles. Además, se estima que alrededor de 240 personas fueron secuestradas y llevadas a Gaza como consecuencia de este ataque.