El incendio que se desató anoche a unos 100 kilómetros al noroeste de Los Ángeles se mueve este martes «fuera de control», dejando a su paso más de 182 kilómetros cuadrados arrasados por las llamas, 150 edificios destruidos y la evacuación obligatoria de 27 mil personas.
Según el Departamento de Bomberos del Condado de Ventura (VCFD), una persona que huía de las llamas en su vehículo se accidentó y murió, aunque 24 horas después las autoridades indicaron que este fallecimiento está sin confirmar.
Además, uno de los más de mil bomberos que combaten las llamas resultó herido en este incendio que ha obligado a cerrar escuelas, una universidad y varias carreteras y autopistas.
El incendio se desplaza imparable avivado por los fuertes y secos vientos, que se prevé se mantengan en los próximos tres días, y ya ha arrasado un edificio de apartamentos y un hospital psiquiátrico.
Para complicar la situación, los vientos impiden trabajar a los medios aéreos, aunque los bomberos confían en que amaine lo suficiente para poder despegar en las próximas horas aviones y helicópteros y así poder atajar el avance del incendio, que, según las últimas informaciones, estaba totalmente «fuera de control».
«Esperamos un comportamiento errático de los vientos y del fuego a lo largo del día», aseguró el Departamento de Bomberos de Ventura.
«El crecimiento del incendio ha sido absolutamente exponencial», declaró en la rueda de prensa el jefe de Bomberos del condado de Ventura, Mark Lorenzen.
Los «vientos de Santa Ana», propios de esta temporada del año, están obligando a los bomberos a intentar «adelantarse» a su avance, «evacuar a las personas y proteger las estructuras», explicó Lorenzen.
El gobernador de California, Jerry Brown, ha declarado en un mensaje en su cuenta de Twitter que, aunque este fuego se «extiende rápidamente», seguirán trabajando para «atacarlo con todo lo que tenemos».
(Fuente: El Español)